El trabajo bien hecho da sus frutos

Espina puso de lujo una falta lateral y Caneda metía la cabeza en el primer palo para picar y superar a Magunazelaia. Era el minuto 48 y significaba el 0-1. Llegaba ese gol que reclamaba Rafa Berges para colocarse por delante y a partir de ahí crecer. Quien sabe si además para darle una prórroga en un banquillo blanquirrojo que reclamaba la victoria para que el proyecto de Félix Revuelta siga su curso en Segunda B. Porque el triunfo en Las Llanas, el primero como visitante del técnico cordobés, no significa la salvación, pero sí que es un paso más en aras de la tranquilidad.

Los resultados de la jornada fueron buenos porque el Castilla hacía un favor remontando para ganar 1-3 al Socuéllamos y el Mensajero rascaba un empate en el campo del colista Zamudio. El Barakaldo no cumplía porque empataba en casa frente al San Sebastián de los Reyes, pero lo verdaderamente importante fueron los 3 puntos, de una tacada, de los riojanos. Había pasado mucho tiempo, desde el pasado 19 de noviembre -0-4 ante el Castilla-, que la UDL no sonreía a domicilio. Tanto que Berges ya estaba cuestionado porque tampoco encontraba la tecla como le sucedió a Carlos Pouso.

Toco sufrir para celebrar un triunfo agónico cuando el Sestao fue con todo en los últimos compases, cuando se dedicó a embotellar a su rival en el área y cuando los rechaces parecía que siempre favorecían a los locales. Tuvo que ser Miguel el que sacara una mano salvadora para evitar un empate que hubiera sido considerado como otro paso atrás en las pretensiones de los riojanos. Ahora, al mirar la clasificación, la UDL saca 3 puntos a la promoción y 4 al descenso. Paso a paso. Arenas y Albacete, ambos en Las Gaunas, pueden marcar el lugar al que debe mirar el conjunto logroñés.

BUENAS SENSACIONES INICIALES

La banda izquierda de los riojanos fue el camino a seguir. Era la via por la que la UDL se hacía fuerte en tareas ofensivas. Casualidad o no cuando más problemas generaba era cuando contaba con espacio para correr. Paredes, en este sentido, fue uno de los hombres importantes durante la primera media hora. Es como el costado derecho quedara relegado al engaño para volcarse sobre el ala izquierdo. Así, el madrileño, sorprendiendo, desde el lateral gue protagonista en las mejores aproximaciones visitantes.

Primero probó desde lejos con un tiro que se fue alto tras una buena conexión con Traver y Muneta. Insistiría el lateral para tratar de asistir a Muneta, pero un defensor despejaba a córner cuando el vasco estaba armando la pierna. No se quedó ahí Paredes que volvía a montar una contra que culminó Marcos André con un tiro, escorado y forzado, que detuvo sin problemas Magunazelaia. También el delantero brasileño se mostró activo en el desmarque. Lástima que no viera con tanta facilidad la portería. Avisó con una chilena y luego gozó de dos oportunidades casi consecutivas en los minutos finales del primer tiempo. El ariete hizo todo bien, adentrarse en el área y buscar el hueco, pero falló en el tiro.

La nota positiva al descanso era que el Sestao no se había mostrado en ataque. Tampoco le había dejado una UDL seria y contundente atrás en la que Pazó fue la sorpresa en detrimento de Amelibia, autor de los últimos dos goles blanquirrojos -ambos a balón parado-. También Adrián León regresaba a un once del que se caía Salvador -no por su mérito y trabajo en los partidos previos-. El cántabro se encontró más a gusto que en sus últimas presencias, quizá porque el juego que había que desarrollar en Las Llanas exigía el contacto físico así como el orden y la concentración para cazar las segundas acciones.

El caso es que más allá de un varios detalles técnicos del extremo derecho Rhamani -jugó a pierna cambiada como Leandro-, los de Pablo Turrilas ni se asomaron al área. Sólo un error clamoroso en la salida de balón por un pase atrás de Muneta -en cuanto lo cometió pidió perdón- que Ander Franco no se esperaba fue el único susto de una zaga riojana férrea. Parecía que en ese intento por no conceder regalos esta vez la UDL no había sido penalizada como venía siendo habitual, es decir, un fallo que significaba un gol.

EUFORIA Y SUFRIMIENTO EN LAS LLANAS

Comenzaba la segunda parte con la lesión de César Remón, lastimado por un golpe, y viendo la cartulina amarilla -provocada-, que acarrea un partido de sanción, pero con el gol de Caneda tras una falta perfectamente ejecutada por Espina. Un tanto que desataba la euforia en Las Llanas. No en vano, todos los jugadores banquirrojos fueron a celebrarlo a la zona en la que estaban los aficionados riojanos -el club logró llenar 7 autobuses para acompañar al equipo-.

El Sestao se desataba como queriendo replicar rápidamente, pero la defensa riojana supo aguantar las tímidas embestidas locales mientras que Traver daba aire por el costado diestro escapándose de cuantos zagueros le salían al paso. Pudo la UDL ampliar su renta con un cabezazo de Adrián León que se estrelló en el larguero después de un buen pase de Muneta y de que los visitantes aprovecharan una segunda oportunidad tras un córner despejado en primera instancia.

Los anfitriones se estaban jugando la vida y necesitaban sumar para poder soñar con la permanencia, así que se vieron obligados a dar un paso adelante. Lo hicieron metiendo más balones arriba, mientras que Rafa Berges reaccionaba poniendo en el campo a Amelibia para el último cuarto de hora. La idea estaba clara, ser sólidos en defensa y buscar la posibilidad de 'matar' el partido a la contra. Claro que el Sestao arriesgaba y acumulaba hombres en el área.

Y Santamaría tuvo el empate al recoger un balón en la frontal y, sin pensárselo, chutar. Pero Miguel, con una superlativa mano, evitaba males mayores. El susto estaba en el cuerpo y el técnico cordobés agotaba sus sustituciones con Reguilón para ayudar a Paredes ante las incursiones de Gago. Había que aguantar diez minutos que se iban a hacer muy largos. El Sestao era básico en sus intenciones pero metía miedo con esos constantes balones a la olla para tratar de generar un fútbol embarullado con rechaces de los cuales sacar algo beneficioso. Gago no encontró una buena trayectoria en su lanzamiento, tampoco Leandro. Los locales se exprimían en aras de una ocasión, pero la UDL se afanaba en impedirlo.

El pitido final fue un sonido maravilloso. La rabia y la impotencia de anteriores citas de los blanquirrojos salía a relucir con los tres puntos en el bolsillo. Esta vez la afición respondió acompañando al equipo y la plantilla contestó con una victoria reconfortante en los deportivo y en lo anímico. Justo donde anda necesitada la UDL.

FICHA TÉCNICA

Sestao River: Magunazelaia; Gago, Gaikza Martínez, Jon García, Mier (Elguezabal, min. 75); Corbalán, Rodri; Rahmani, Barrenetxea (Santamaría, min. 65), Leandro; y Ander Franco.

UD Logroñés: Miguel; Luca Ferrone, Caneda, Pazó, Paredes; Muneta (Amelibia, min. 75), César Remón (Salvador, min. 47), Adrián León, Traver (Reguilón min. 80); Espina y Marcos André .

Gol: 0-1, min. 48: Caneda.

Árbitro: Daniel David Baiges Dones (Comité Aragonés). Amonestó a los locales Gago (min. 17), Ander Franco (min. 18), Corbalán (min. 66) y a los visitantes Marcos André (min.1), César Remón (min. 47), Adrián León (min. 62), Paredes (min. 71), .