El trabajo no siempre es la puerta de salida de la pobreza
Más de 50.000 personas viven bajo el umbral de la pobreza de La Rioja, según los datos dados a conocer hoy por Cáritas, entidad que también ha visto cómo la pobreza se ha “cronificado” y cambiado: antes no había, entre sus atendidos, personas con estudios universitarios y ya son el 5%.
El delegado de Acción Caritativa y Social de Cáritas, Jose Andrés Pérez, junto al director de la entidad, Luis Lleyda, ha dado a conocer la campaña 'Ayer, hoy, mañana contigo somos. Hazte Cáritas', que ha lanzado la entidad dado que las necesidades siguen siendo muy altas.
Pérez ha resaltado “el aumento de la cronicidad de la pobreza”, dado que el 16% de las personas que son atendidas por Cáritas llevan recibiendo ayudas tres años o más.
Este porcentaje ha aumentado un 6% durante la crisis, lo que, para Cáritas, viene a constatar que determinados colectivos ven, cada vez más difícil, su reinserción.
Ha señalado que la mejor ayuda, para una persona en situación de pobreza, es crear puestos de trabajo y, ha este respecto, ha valorado la labor de la Agencia de Colocación de Cáritas.
No obstante, ha añadido, “el empleo no siempre es la puerta de salida de la pobreza”. Así, un 38% de los participantes atendidos tiene ingresos por trabajo (parcial o precario) o por pensiones contributivas (cada vez más hay familias de jubilados que sostienen la vuelta a sus hogares de los hijos y nietos).
Ha añadido que la media de ingresos de sus participantes ha descendido desde los 488 euros de 2008 a los 375 de media actual. “Se constata que hay más pobres que antes y que los pobres son aún más pobres”, ha dicho.
PERFIL
También el perfil de las personas atendidas en Cáritas ha evolucionado en los últimos ocho años. Si en 2008 el 48% eran personas solas, principalmente sin hogar, en la actualidad el mayor porcentaje (el 41%) corresponde a familias con hijos.
También ha habido variaciones en cuanto a la nacionalidad. En 2008 el 69% de los participantes eran extranjeros, mientras que en la actualidad el porcentaje es del 48%.
La evolución del perfil de las personas atendidas en estos años se ve también en el aumento del nivel formativo. Si en 2008 el 83% de los solicitantes carecían de estudios, este porcentaje ha descendido al 65%.
En cambio, el porcentaje de participantes con estudios secundarios aumenta del dieciséis al 29%, y el de universitarios, que en 2008 era inexistente, actualmente corresponde al 5%.
“La crisis, y especialmente sectores como la construcción y derivados, se ha llevado por delante familias que actualmente tienen a todos sus miembros en paro”, ha explicado Lleyda.
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