ETA Y Batasuna ya planeaban sobre el TAV EN 1993
Los primeros movimientos para poner en marcha una campaña de ataque al Tren de Alta Velocidad vasco se remontan a 1993, según documentos incautados a ETA por las Fuerzas de Seguridad. En febrero de aquel año, se produjo un intercambio de cartas entre el entonces jefe del 'aparato político' de la banda, José María Dorronsoro Malatxeberria, y el miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, José María Olarra Aguiriano, en las que ya se fijaba la postura violenta contra el proyecto.
Un artículo del presidente de Dignidad y Justicia, Daniel Portero, en la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, repasa la estrategia en el tiempo de ETA contra el TAV a través de distintos documentos incautados por las Fuerzas de Seguridad. Esos documentos culminan con las amenazas vertidas por ETA en 'Gara' el pasado enero, previa campaña de sabotajes por los jóvenes de Segi, y el posterior asesinato de Ignacio Uria, empresario vinculado a las obras del Tren de Alta Velocidad.
Este recorrido comienza con el intercambio de mensajes entre los dos responsables del MLNV en febrero de 1993. “El TAV no sirve para estructurar espacios, sino al contrario, tal red no tiene sentido en Euskal Herria”, escribió Olarra desde España al jefe 'político' de ETA, escondido en algún punto de Francia. El artículo de Portero, recogido por Europa Press, reproduce también la respuesta del jefe de ETA: “El TAV es para que pase el tren y no para la estructuración interna. Se puede hacer un trabajo bonito con este tema y puede ser intersante para aclarar a la nueva izquierda abertzale y para el trabajo exterior”.
Sin embargo, el retraso del proyecto hasta 2000 postergó la puesta en marcha de la estrategia de acoso de la izquierda abertzale. En 2001, poco antes del comienzo de las obras, fue creada la plataforma AHT Gelditu! (Paremos el TAV) y al año siguiente el sindicato LAB constituyó la Red por el Tren Social, que se sumó a las movilizaciones contra las obras del Tren de Alta Velocidad.
Entre 2004 ya circulaban los primeros planes del mundo radical que luego fueron incautados a Ohiana Aguirre García. La ex responsable de Askatasuna fue arrestada junto a Joseba Álvarez el 2 de octubre del pasado año por su participación en una manifestación prohibida. En su poder se encontraron los documentos “de trabajo” para 2004-2005: “Defendamos la tierra, detened el TAV”, y los que servían de guión para el siguiente bienio, 2005-2006, bajo el nombre, “Detened los proyectos destructivos, paralizad el TAV”.
Según Portero, estos documentos ilustran perfectamente cómo se había organizado ya la izquierda abertzale en esos años. Sin embargo, fue a finales de 2006 cuando Ekin, el brazo político de ETA en España, aseguraba en otro escrito que ante el inicio de las obras había que “dar un salto cualitativo en la lucha”.
SALTO CUALITATIVO
Para continuar el hilo de los planes de los radicales contra el Tren de Alta Velocidad hay que regresar a la detención de Ohiana Aguirre --que recobró la libertad bajo fianza el pasado 11 de diciembre-- y al estudio que la Policía hizo de la documentación intervenida. Dos meses antes del arresto, en julio, se produjo un hito con la entrada directa de ETA en la estrategia. Aguirre tenía un documento titulado “Balantzea eta aurrera begirakoildoa” (Balance y línea a seguir en adelante). En ese papel se incluía el nombre de las empresas adjudicatarias, el montante del contrato y de qué parte del recorrido se encargaba. Altuna y Uria aparecía entre ellas.
Pero ahí no acabó la 'aportación' de Aguirre. En otro documento se repartían los papeles de las distintas organizaciones de la izquierda abertzale. LAB debería denunciar que las obras del TAV incurrían en “precariedad laboral” para los trabajadores, SEGI ahondaría en la denuncia de que el proyecto suponía “la destrucción de la tierra y la privatización del espacio vital” y Batasuna y su sucesores, PCTV y ANV, insistirían en que correspondía a los vascos “decidir” sobre el Tren de Alta Velocidad y debería darse una “moratoria” a las obras.
Ese reparto de papeles se hizo público en la publicación de Batasuna 'Barne Buletina' difundida en octubre de 2007. “En toda la izquierda abertzale tendrá prioridad la lucha contra el Tren de Alta Velocidad”, decía el documento. A continuación definía el plan de ofensiva de la plataforma AHT Gelditu!, otorgando a batasuna el liderazgo de la protesta.
SEGI ENTRA EN ACCIÓN
A nivel operativo, uno de los documentos más valorados por la Policía fue el incautado al responsable de Segi en Getxo Lander Labajo y que bajo el título 'Destruir a los que destruyen' da instrucciones para atacar a las empresas del TAV, al tiempo que inaugura el término 'ecotajes'. “Se llevan a cabo en grupos pequeños, utilizando recursos simples en el momento de la acción y analizando con mucho cuidado el objetivo. Además requiere conocer muy bien al enemigo, conocer sus puntos débiles y atacarlos”, dice sobre esta modalidad de sabotajes.
El resto del documento es una guía práctica de cómo destrozar grúas, camiones, obstruir drenajes, provocar inundaciones y averiar sistemas hidráulicos. La misma organización juvenil amenazó en un comunicado de marzo de 2007 a partidos políticos y empresas advirtiéndoles que estaban “en el punto de mira del enfado popular”.
Pero en la cima de las advertencias de la izquierda abertzle se terminó situando la entrevista a ETA publicada en 'Gara' el 5 de enero de 2008: “No aceptaremos imposiciones, que den la palabra al pueblo y que la respeten. Si no hubiéramos intervenido en el conflicto de la autovía, las instituciones habrían impuesto su proyecto opresor: Lemoniz, Itoiz, el superpuerto, aeropuerto y demás. No han extraído ninguna enseñanza de conflictos como el de Lemóniz o la autovía de Leizarán”. El 17 de diciembre, un pistolero de ETA disparó a bocajarro a Ignacio Uria, consejero delegado de Altuna y Uria, cuando se dirigía a jugar su rutinaria partida de mus en Azpeitia.
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