Evo Banco ha anunciado una importante reestructuración, que implicará despedir al 60% de la plantilla y quedarse solo con cinco oficinas en todo el país, en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, lo que significa que la oficina que Evo tiene en Logroño, en El Espolón, desaparecerá.

Así, como anuncia El Economista, Evo pasará de 450 empleados a 180 y cerrará 39 de las 44 sucursales que ahora tiene. Esta decisión obedece, como han explicado, a la necesidad de adaptarse al actual contexto de transformación digital e innovación tecnológica.

EVO

asegura que puede ofrecer un servicio de calidad y a distancia a todos los clientes de España con independencia de su ubicación geográfica u oficina de referencia.

Sin embargo, este anuncio es, para los sindicatos, “una tomadura de pelo”. Ya se han mantenido reuniones para impulsar un ERE. Los representantes sindicales ya han anunciado huelgas y movilizaciones. Creen que Evo está llevando la digitalización “al extremo” y que la tecnología no está reñida con mantener una red de oficinas.

Evo está, desde 2014, en manos del fondo de inversión norteamericano Apollo, que la controla desde la sociedad Smart Holdco Sarl en Luxemburgo. En 2016 tuvo un beneficio neto de 24,05 millones de euros, tras las pérdidas de 2015 de 25,5 millones.