Éxito de calidad y público en Sculto

SCULTO, cuya presencia se ha consolidado en el panorama cultural español como “Feria Joya”, ha superado por la calidad de las Galerías y las obras presentadas la crisis de la pandemia. Así lo destaca el equipo organizador de la Feria, el galerista Enrique Martínez Glera, la escultora Beatriz Carbonell Ferrer y el periodista Josémaría Esteban Ibáñez.

La feria se ha celebrado en la Plaza de Abastos de la capital riojana desde el día 7 al 10 de octubre con masiva asistencia de visitantes.

Las trece Galerías, procedentes de distintos lugares de España y dos de ellas de Lisboa (Portugal) y Bogotá (Colombia), expusieron las casi 2000 obras de una treintena de artistas, de entre los que destacó por su cercanía el ceramista riojano Toño Naharro, complementado todo con el nuevo programa SCULTOproject de Isidro López-Aparicio con una instalación que recogía con maletas viejas, una escalera y cuerdas la tragedia de la inmigración.

“Pese a la penosa situación cultural que ha vivido España con la pandemia, SCULTO ha vuelto a recuperar el brillo que consiguió cuando en la III Edición fue considerada como ”TOP 100“ por el Observatorio de la Cultura en España. Mucho más estimable –afirma el equipo organizador—porque en este ranking figuran en primera posición los Museos del Prado, Reina Sofía y Thyssen Bornemisza y porque sólo hay dos Ferias en el mismo: ARCO y SCULTO”, han destacado.

El compromiso de SCULTO, manifestado por sus organizadores, es colaborar a la creación del ecosistema cultural que ha reverdecido en La Rioja. “No se puede perder –afirman-- esta oportunidad de consolidar en Logroño/La Rioja una oferta cultural que cada vez gana más atractivo en sí misma, pero también como generadora del turismo cultural, cuya incidencia económica llueve positivamente sobre múltiples sectores”. “Para ello, aparte del buen papel de las instituciones, que en el caso de SCULTO ha sido a través de ”La Rioja 360º Avanza“ y del Ayuntamiento de Logroño, es necesario activar al dormido tejido empresarial en material cultural, que solo se salva con algunas empresas más concienciadas sobre lo que debería ser su Responsabilidad Social Cultural”.