Gadafi coloca a los rebeldes contra las cuerdas
El bastión de las fuerzas insurgentes, Bengasi, está a punto de caer en manos del líder libio, Muamar el Gadafi. Con las potencias occidentales sin decidir aún una acción conjunta y los rebeldes mermados se teme que el final del conflicto termine en un baño de sangre aún mayor.
Así las cosas es probable que en las próximas la ciudad que se alzó contra todos los años de poder de Gadafi pierda el pulso contra él y sus hijos que participan de forma activa en esta reconquista ciudad por ciudad de Libia.
Es posible, de hecho, que muchos de los rebeldes ya estén pensando en acogerse a la amnistía que les ofreció como moneda de cambio el mandatario libio a condición de que abandonasen las armas y dejaran la lucha fraticida para volver a aceptar que Gadafi conserve su sillón. Eso sí, confiar o no en las palabras del coronel es algo en lo que muchos no saben qué pensar, pero tal y como suceden los acontecimientos no les va a quedar más salida.
Por otra parte, en Libia hay pocas esperanzas en cuanto a la resolución que debería tomar este jueves el Consejo de Seguridad de la ONU en lo relativo a la zona de exclusión aérea. Éstas son las únicas esperanzas de quienes resisten en Bengasi y en aquellas localidades donde aún ondea su bandera.
En las últimas horas, EEUU se acerca a la postura de Francia y de Reino Unido, pero de momento son declaraciones de inteciones que dejan al país y los insurgentes a su propia suerte.
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