Gran novillada de Lumbreras

En Arnedo se celebró la novillada sin picadores que se había programado con motivo de las fiestas, con novillos de la ganadería de Álvaro y Pablo Lumbreras con buen trapío y de gran juego en líneas generales, ovacionados todos de salida y en el arrastre, el quinto de la tarde de vuelta al ruedo, que el palco no se la dio.

Álvaro Chinchón de la escuela taurina de “El Juli”, en el que rompía plaza lo toreó a la verónica, comenzó toreando por el derecho pero se dejó tocar las telas y el novillo tiraba un gañafón, por lo que la faena no llega a la grada, por el izquierdo más de lo mismo, ni mandó ni templó, pinchó y dejó una trasera, palmitas cariñosas. En el cuarto lo recibió con unos faroles de rodillas y con la flámula se lo sacó a los medios para torearlo en redondo, un toro que tenía muchos pies y se venía de lejos, pero no pudo con él. En algún pasaje le acompañó la embestida, sin dominio ni arte, dejó una estocada y cortó una oreja tras un achuchón después de entrar a matar.

Fabio Jiménez de la escuela taurina de Salamanca, en el segundo lanceó bien de capa, en la faena toreó con la muleta montada y hubo pasajes de mano baja y con gusto, sacó un tandita de naturales, los aceros viajaron traseros y cortó una oreja. En el quinto, un gran novillo con gran nobleza por ambos pitones, lo lanceó de capa con suavidad, la faena tuvo buenas tandas de mano relajada y mando, una buena tanda de naturales, dio paso a un mal manejo de los aceros, perdiendo los máximos trofeos, palmas.

Eric Olivera de la escuela taurina de Badajoz, tras su toreo de capa entró al quite Álvaro echándose el capote a la espalda sacando una ovación y Eric le replicó con unas chicuelinas, no pudo con el novillo que pedía la mano baja y firme por ambos pitones, no llegó a acoplarse, terminando la faena con unas manoletinas, falló a espadas, recibió unas palmitas. En el que cerró la tarde basó la faena por el derecho, el izquierdo quedó inédito después que se les colara un par de veces a la cuadrilla, le faltó oficio y valor, no quiso ver el izquierdo después de torearlo repetidamente por la derecha por si había mejorado. Pinchó en varias ocasiones y le dejó una media. Mas palmitas cariñosas.