Guti a Pellegrini: Vete a tomar por...

El diario Marca publica en sus páginas el contenido del duro intercambio de palabras que mantuvieron Guti y Pellegrini durante el descanso del partido que enfrentó al Real Madrid con el Alcorcón. Se sospechaba que algo había pasado. El hecho de que el centrocampista se quedase en el banquillo y no saltase al césped en la segunda parte hizo pensar que en el vestuario se habían vivido momentos de tensión y ahora ya se sabe que fue así.

Tal y como asegura el citado medio, el jugador del Real Madrid quiso motivar a sus compañeros antes de regresar al césped y les espetó al archiconocido “vamos, vamos, que hay que echarle más huevos”. Esas palabras dieron paso a una discusión que duró justo hasta que el propio técnico se decidió a intervenir: “Tú también puedes dar más. Si no tienes ganas de jugar, dilo”.

En ese momento fue cuando estalló la caja de los truenos. Muy enfadado, Guti contestó que si él era el culpable de la situación, lo mejor era que se quedase en el banquillo. Pellegrini, consciente de que estaba ante una prueba muy seria, se mostró firme y decidió sustituir al futbolista de Torrejón que, 'muy calentito', se marchó del vestuario gritando: “¡¡Vete a tomar por culo!!”.

Tensión, una 'peineta' de Guti al público, miles de cámaras grabándole, el cuarto gol del Alcorcón, la visita de Valdano a la plantilla al término del encuentro, un gabinete de crisis organizado por Florentino Pérez... Los acontecimientos se sucedieron a una velocidad vertiginosa hasta la mañana del miércoles, en la que los dos principales protagonistas de esta historia volvieron a verse las caras y trataron de analizar lo sucedido la noche anterior. No se sabe si llegaron a hacer las paces pero, por lo menos, enterraron el hacha de guerra y coincidieron en que el equipo no puede volver a repetir la imagen dada en el estadio de Santo Domingo.

En la sesión de entrenamiento reinó la seriedad, el silencio, las caras largas. Albiol destacó en rueda de prensa que la plantilla “está jodida” y Pellegrini sabe que, aunque los directivos no lo admitan, él se juega su futuro en los tres próximos compromisos. No corren buenos tiempos en el Santiago Bernabéu.