Hollywood entra en campaña
De religión a patriotismo, derechos de los homosexuales y el mandato de George W. Bush, los directores de cine se ponen la bandera ideológica a la vista y recurren a la comedia, las historias verídicas y la fantasía para hacer llegar mensajes políticos nada sutiles al público, que pronto tendrá que votar a su nuevo presidente (el 4 de noviembre).
“Hay una sensación de que estas películas políticas pueden tener más exito ahora, y se trata de un género que toma posición a un lado o a otro del espectro de izquierdas o derechas”, explica Robert Thompson, profesor de cultura popular de la Universidad d Siracusa.
Esta semana, Oliver Stone estrena su sátira biográfica 'W', sobre la fe y el matrimonio de Bush en los días previos a la invasión de Irak en 2003. Tom Ortenberg, productor ejecutivo de la cinta, ha dicho que los directores están reflejando lo que sucede en la sociedad, incluso aunque el lanzamiento de la película pueda ser visto como un movimiento oportunista.
“No intentamos manipular a la sociedad, sino reflejarla”, ha declarado. “La película es un análisis de cómo un hombre como George W. Bush llegó a ser presidente, y cómo cualquiera puede llegar a serlo”.
David Zucker, por su parte, ha dirigido 'Un Villancico Americano', una farsa, y un documental sobre los creyentes ('Religioso'), ambos críticos con la fe religiosa, acaban de empezar a exhibirse en las salas estadounidenses.
La última del muy político Michael Moore acaba de lanzarse en internet. En los primeros tres días, la vieron más de dos millones de internautas.
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