Homosexuales comunistas, sin discriminación

Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro, y que defiende las minorías sexuales en la isla, ha anunciado que pediría al gobernante Partido Comunista de Cuba [PCC] terminar con la discriminación de los homosexuales en sus filas.

“Estoy preparando una carta para la dirección del PCC donde estoy solicitando que estas personas no sean discriminadas por su orientación sexual u orientación de género”, informó a periodistas en La Habana.

Castro, sexóloga y presidenta del estatal Centro Nacional de Educación Sexual, ha promovido en los últimos años las operaciones gratuitas de cambio de sexo y el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo.

“Es que no tiene nada que ver en la realidad tu definición ideológica y partidista con tu orientación sexual”, explicó en el marco de una conferencia sobre sexualidad. La hija del mandatario cubano comparó el cambio de mentalidad sobre los homosexuales con la aceptación por el PCC a comienzos de la década de 1990 de militantes con fe religiosa.

Con respecto a las declaraciones de Castro, un veterano militante del PCC que pidió no ser identificado ha declarado que “es una proyección lógica y muy inteligente. Hay homosexuales que son más revolucionarios que los propios militantes del Partido”.

Las campañas de Mariela Castro, que ha encabezado desfiles por las calles de La Habana para conmemorar el Día Contra la Homofobia, ayudaron a proyectar una imagen tolerante de Cuba, donde tras la revolución liderada por su tío Fidel Castro en 1959 muchos homosexuales fueron enviados a campos de trabajo.

Castro ha dicho contar con el apoyo de su padre que asumió el poder tras la enfermedad de su tío Fidel a mediados del 2006.

Pero algunas propuestas llevadas al Parlamento desde el 2006 como el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo han encontrado resistencia en la opinión pública y del Gobierno, y están trabadas, según explicó la sexóloga. “Todavía seguimos enfrentándonos con los prejuicios fuertemente”, dijo.

El Gobierno cubano aprobó en el 2008 las cirugías gratuitas de cambio de sexo a 30 transexuales, dos décadas después de ser suspendidas tras una primera y única opción que había generado polémica. Castro dijo que casi la mitad de esas operaciones ya fueron realizadas.