Iberdrola apuesta por no reabrir Garoña: supondría pérdidas de 916 millones

La posible reapertura de la central de Garoña, parada desde 2012, ha provocado una enorme controversia. Las dos eléctricas que gestionan la central, Iberdrola y Endesa, chocaron la semana pasada al votar sobre el futuro de la instalación, como recoge El Mundo. A esta tensión se ha sumado en los últimos días un cruce de informes encargados a consultoras internacionales sobre la rentabilidad o no de Garoña.

Y es que las dos eléctricas no se ponen de acuerdo en la forma de actuar, lo que ha desatado una nueva guerra en el sector eléctrico. La central recibió el pasado mes de febrero luz verde para retomar su actividad, siempre y cuando sus propietarios realicen una inversión de unos 300 millones de euros. La decisión la debe tomar el ministro de Energía, Álvaro Nadal, tras escuchar a las partes interesadas, si bien en el sector dan por hecho que no va a reabrirse. El sistema eléctrico tiene sobrecapacidad, gracias a las centrales térmicas de gas y renovables.

Además, un informe presentado por Iberdrola cifra en 916 millones de euros las pérdidas totales por reabrir. Según este documento, al que ha tenido acceso El Mundo, la central estaría sometida a continuas pérdidas entre los años 2017 y 2031 si se tuvieran que llevar a cabo las inversiones previstas de 308 millones para mejorar la seguridad, mantenimiento y recarga de combustible nuclear.

Teniendo en cuenta además la proyección de precios y la carga fiscal, el informe concluye que no se recuperarían las inversiones necesarias para su explotación hasta el final de su vida útil, con lo que aconseja desistir de solicitar la renovación de la explotación. Un informe que sorprendió a los consejeros de Endesa, que votaron en contra, con lo que se llegó a un empate que deberá resolverse en el próximo consejo de administración.

Lo cierto es que, según refleja el artículo, las eléctricas y el gobierno mantienen un pulso sobre el futuro de la energía nuclear, en el que están en juego unos 2.200 millones de euros, lo que ingresan cada año las 6 centrales españolas.