Juventud, ambición y competitividad

Dos píldoras. “Voy a tener más oportunidades, más minutos”; y “el entrenador me va a hacer mejor defensa”. Con esa ambición llega Sergio Reguilón (Madrid, 16 de diciembre de 1996) al UD Logroñés. Cuestiones por las que se decantó este lateral izquierdo capacitado para adaptarse a otras demarcaciones -central o extremo- y que explicó durante su presentación, un acto que llegó pasadas las 28 horas -demasiado- desde su primer contacto con sus nuevos compañeros -entrenamiento matutino del miércoles-. Entre medias, sesión, viaje a Guijuelo, 45 minutos, dos asistencias, noche en tierras salmantinas, entrenamiento, viaje a Logroño y contacto con los medios locales.

Reguilón -nombre deportivo- se mostró decidido, a la par que agradecido tanto a la que ha sido su casa, el Real Madrid, como a su nuevo club, “un referente e importante en el Norte”. Bajo su punto de vista, su llegada a Logroño era la “mejor opción para competir”, quiza esa capacidad competitiva pueda ser una de sus cualidades. Dispuesto siempre a trabajar, a dar lo máximo en el terreno individual para beneficio del bloque. Sin miedos afronta su primera experiencia fuera de casa: “Es un paso difícil... pero muy bueno” porque lo considera “un paso hacia el futuro para formarme y competir”.

“Es como un máster para mí”

En este sentido, admite que “esto como un máster para mí”. Pero en ese proceso de aprendizaje, en ese curso de un año, tiene una meta general: “Lograr el ascenso porque es muy necesario para este club y para esta ciudad”. Por el momento, en Guijuelo ya dejó su carta de presentación: dos asistencias -la segunda un pase de 40 metros a la espalda de la defensa rival- de las que Titi marcó dos goles. La impresión que le causó el UD Logroñés “es muy buena, un equipo muy competitivo”, algo que parece ajustarse a sus características.

Sin miedos, admite que “estoy para lo que quiera el entrenador”. Eso es predisposición. Asume el reto y confía en aprovechar al máximo su estancia en la capital riojana: “El fútbol es once contra once y hay que salir todos los días a competir”. La competencia, en este caso Paredes, está ahí y no le asusta. Apuesta por sus cualidades: “Buen desplazamiento en largo, aunque me gusta jugar fácil, mejor en corto que sin sentido”. Y su intención es seguir curtiéndose en una categoríá complicada, Segunda B, máxime tras finalizar su etapa juvenil en División de Honor.

En definitiva, Reguilón indica lo que Carlos Pouso le ha pedido, que “sea un jugador más, que compita y que me adapte para sacar lo mejor de mí”. Por el momento, hay confianza ciega en su nuevo técnico, al que tiene en buena estima: “Me va a hacer mejor defensa”. Por eso, la UDL será “un trampolín” para regresar al Real Madrid después de un año de experiencia y con un buen puñado de minutos en las piernas. Al menos esa es la intención del club blanco para consensuar la cesión de Sergio Reguilón por una temporada. Ahora falta que el UD Logroñés también sepa exprimir esta oportunidad.