La experiencia de compartir tu familia con un niño de acogida en La Rioja

Rioja2

0

En La Rioja hay 34 familias en el registro de familias idóneas. Esto significa que estas 34 familias están capacitadas para acoger a un menor en su casa. Es el caso de Begoña y de Verónica. Dos mujeres, dos tipos de familias distintas que han decidido dar un paso adelante y hacer un hueco en su vida, y en su familia, a un menor con menos oportunidades.

Begoña tiene 60 años. Tiene dos hijos biológicos mayores de edad y emancipados y recuerda que la primera vez que supo del acogimiento fue a través de un folleto en el buzón de la casa “pero siempre pensaba que éste no era el momento”. Hasta que un día sí lo fue. “Fuí a una reunión, hice el curso y, después de superar el proceso de formación y valorización, me dieron el ok”. Y desde que consiguió la capacitación para acoger a un menor, Begoña comparte su vida con una niña que ahora tiene siete años y que llegó a su vida con cuatro. En estos tres años, Begoña ha vuelvo a empezar porque sus hijos ya no viven con ella, están independizados aunque como cuenta orgullosa, “ya la querían sin verla”.

“En estos tres años se ha convertido en mi hada”

Y en estos tres años de convivencia, Begoña reconoce que su hija de acogida se ha convertido en su hada. Consciente de que el acogimiento no es un camino de rosas, esta madre de acogida tiene claro que “si partes de un respeto absoluto al niño y a la familia biológica tienes media batalla ganada”. Porque “a pesar de que recibes mucho más de lo das, sí hay que tener en cuenta que estos niños vienen con una mochila”. El hada de Begoña procede “de una familia que no ha sido cuidada, padres que no han sido cuidados por lo que, difícilmente, pueden cuidar a sus hijos”. Y así tres generaciones de una misma familia hasta la llegada de Begñona, una madre de acogida con la que se ha roto esta cadena.

Y para seguir rompiendo cadenas, Begoña hace un llamamiento. “Son necesarias más familias de acogida, tenemos que romper estos esquemas y entregar a estos niños parte de lo que tienes”. Así lleva tres años, tiempo durante el que su acogimiento temporal ha pasado a permanente. “El contacto y la relación con la familia biológica es buena pero es imposible que pueda volver con ella”, una decisión que es valorada por técnicos y por los propios servicios sociales.

Esta madre y esta hija miran al futuro con optimismo. “El único miedo que tengo es la diferencia de edad”, un miedo que ya han borrado sus hijos biológicos y el resto de su familia. “Me separé cuando mis hijos tenían 9 y 11 años pero, a pesar de ser una familia monoparental, tengo una familia muy extensa y sé que puedo contar con ellos”. Lo que vendrá, aventura, seguirá rodando y si tengo que hacer terapia cuando llegue la adolescencia, lo haré. Lo importante, sentencia, es seguir juntas.

“Tú le das el calor, tu espacio pero tienes que tener claro que no se va a quedar contigo”

Como Begoña, hay otras 33 familias en La Rioja en el registro de familias idóneas. Celia Sanz es directora general de Servicios Sociales del Gobierno de La Rioja y anima a todas aquellas familias que estén pensando en acoger, a que se pongan en contacto con la Consejería de Servicios Sociales. A partir de ahí, se sucederán las entrevistas con los técnicos que serán los que valoren las peculiaridades de cada una. Lo más importante, apunta Sanz, “es que en esa familia de acogida haya un ambiente que pueda dar estabilidad al menor”. Y tener muy claro cuál es la esencia del acogimiento, “tú le das tu calor, tu espacio pero tienes que tener muy claro que no se va a quedar contigo”.

Las modalidades de acogimiento y tipología de familias para acoger son muy variadas. Y es que, detalla Sanz, “las de acogida pueden ser familias de todo tipo, monoparentales, con hijos biológicos viviendo en casa, independizados, sin hijos... al igual que el acogimiento porque puede ser un acogimiento temporal, permanente o vacacional”.

Sin duda alguna, lanzarse a esta ventura del acogimiento es todo un ejemplo de generosidad por parte de estas familias que abren las puertas de su hogar a estos niños. Una aventura y un camino “que no es fácil” reitera Sanz. “Son menores que vienen de ambientes desestructurados o incluso dolorosos”. De hecho, “hay veces que el acogimiento no funciona, por una parte o por la otra”. Pero, en esta aventura, “cuentan con el apoyo de una importante red”. Y es que, Cruz Roja es la entidad que, en estos momentos, está al lado de las familias de acogida además del apoyo económico que tienen de las instituciones porque “no debemos olvidar que se trata de niños cuya tutela la tiene el Gobierno de La Rioja”.

¿Merece la pena esta experiencia?

Un camino duro y difícil que también ha decidido recorrer Verónica. Ella vive con su marido y tiene dos hijos de 17 y 19 años. Al contrario que Begoña, Verónica abre las puertas de su casa y de forma temporal, preferiblemente a niños de hasta 9 años, “porque, a día de hoy no me siento capacitada para acoger a adolescentes”.

Verónica recuerda su voluntariado de BUB en la Residencia Iregua. “Fuimos a dar clases particulares a los niños de la Residencia Iregua y esta experiencia me impactó”. La vida de Verónica continuó. Estudió medicina y una charla en el Colegio de Médicos fue lo que terminó de animarla. Desde entonces ha compartido su tiempo y su familia con dos niños de acogida. La primera estuvo en su casa desde los dos meses hasta los dos años, el segundo desde los nueve meses hasta los 18 meses. “Pienso que los primeros años de vida es cuando se aprenden valores y apegos y, si están en una familia, creo que aprenderán a tener unas normas y, lo que es más importante, contar con unos referentes”.

¿Merece la pena esta experiencia? Sin duda, responde Verónica inmediatamente. Y es que para esta madre no hay mayor satisfacción que saber que ha podido ayudar a un niño. Y sí, “aunque el momento en el que mi hijo de acogida se tiene que ir de casa para volver con su familia de biológica o ser adaptado es duro, sin duda alguna compensa”. Y compensa porque Verónica no necesitan que esos niños se acuerden de ella. “Yo me acuerdo de ellos y sé que he puesto mi granito de arena y he hecho todo lo que está en mi mano para que estos niños puedan tener una vida, una oportunidad”. Porque aunque viven en las instituciones, “y están perfectamente cuidados y con todas sus necesidades cubiertas, es necesario que vivan en el seno de una familia y darles una oportunidad”.

Por todo ello anima a todas esas familias que estén pensando en acoger, que se informen porque “es una experiencia altamente recomendable, desde el día dos se les quiere como a uno más de la familia”.

Y ésta es la mejor publicidad que se le puede hacer a este programa, asegura Sanz. El acogimiento familiar es un trabajo en cadena y sí, “desde el Gobierno de La Rioja llevamos a cabo diversas campañas para dar a conocer este programa entre la sociedad pero, sin duda alguna, el boca oreja es lo que mejor funciona, escuchar el testimonio de familias que están viviendo esta experiencia” que reitera, “no es un camino de rosas, a veces se convierte en un camino demasiado empinando pero con un resultado muy satisfactorio”.

Para todas las familias de La Rioja que ahora mismo estén pensando en acoger un niño y tengan alguna duda, el Gobierno de La Rioja ha puesto en marcha una campaña de información en la que también colabora Cruz Roja y los cines 7.

Etiquetas
stats