La impotencia se adueña del BM Logroño

La impotencia se adueña del BM Logroño

Rioja2

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Europa y sus arbitrajes impidieron al BM Logroño tener la posibilidad de empatar. No le dejaron cuando con 7 segundos aún por jugarse, un jugador del Tatabanya no permitió sacar a los franjivinos. Las árbitras danesas dejaron seguir y decidieron dar por finiquitada la contienda en el debut de los riojanos en la fase de grupos. De esta forma, los de Velasco comenzaron con una derrota dolorosa (26-25) por cuanto aunque se fue durante todo el partido por detrás y a remolque, se hizo lo difícil, empatar con apenas 15 segundos para el final, pero los húngaros fueron hábiles para sacar rápido, marcar y sumar sus primeros dos puntos dejando a los logroñeses con la impotencia por no estar en igualdad de condiciones.

El BM Logroño arrancó sin miedos en Gyor. Velasco conservó a Garciandia y operó con Kukic, Balenciaga y Ligetvari en la primera línea para ver si había que forzar o no al de Urretxu. En el equilibrio, con ligeras ventajas (3-2, 6-5, 7-6, 8-7) para los magiares, estuvo el comienzo de un partido donde los franjivinos no estaban del todo ajustados en las labores defensivas y además se toparon con el acierto de Bartucz en la portería. Pese a todo, los franjivinos estaban aguantando el empuje de los locales.

Garciandia pisaba el parqué y aunque estuviera renqueante, ahí estaba, echando una mano, ayudando y asumiendo responsabilidades. El Tatabanya cogía una renta de dos goles, tras el 9-7 obra de Holpert desde los 6 metros. Reaccionaba, imprimiendo velocidad el cuadro riojano para empatar a diez (minuto 19) y obligar al primer tiempo muerto de los anfitriones. Entonces, el equipo de Velasco entró en una sequía importante. Las instrucciones durante ese minuto y medio surtió efecto en el combinado húngaro, que mantuvo a raya (8 minutos sin marcar) a su rival para que el marcador se fuera hasta el 14-10, renta que se conservó hasta el descanso (15-11) pese a que el BM Logroño desperdiciara una superioridad en el tramo final del primer tiempo.

Ligetvari apretaba el electrónico tras el paso por los vestuarios, pero el Tatabanya no estaba dispuesto a dejarse llevar, así que fue encontrando espacios ante las prisas de los riojanos para irse hasta el 18-13. Junior Scott parecía que mitigaba a los húngaros y Hackbarth daba esperanzas, tras una contra, con el 18-15 con todavía 20 minutos por delante. Entonces entre los postes y Bartuzc dio la sensación de que se complicaba el partido pese a la buena disposición defensiva y la velocidad que se imprimía en ataque.

El 21-17 era una realidad innegable. Todo se ponía cuesta arriba en el ecuador del segundo acto. Sin embargo, el BM Logroño continuó con su idea y fue encontrando la recompensa con un parcial de 0-3 gracias a dos goles de Hackbarth (uno tras recoger el rechace de un 7 metros fallado) y Sánchez-Migallón que obligaban a los locales a pedir tiempo. Tan cerca, tan lejos. Se había hecho lo difícil, volver a pensar en el triunfo, con ese 21-20.

La tensión iba en aumento y cada ataque era una batalla. El Tatabanya impedía correr a los riojanos y se acusaba en el devenir del duelo porque costaba jugar en posicional. Por su parte, los húngaros, en concreto, Ancsin, veía los huecos por donde impedir la remontada para escaparse 24-21 con 6 minutos para el final. Además, Bartucz se erigía en motivador de los suyos con sus intervenciones. Balenciaga marcaba, Ancsin tiraba fuera y Garciandia daba vida a los logroñeses con el 24-23 a falta de dos minutos y media. Había partido. Y nervios.

El Tatabanya perdía su oportunidad, pero la precipitación de los franjivinos en la contra no ayudaba para empatar. Luego pitaban un siete metros que Balagh marcó con 70 segundos por delante. Hackbarth metía presión, ya que en 15 segundos había ajustado el marcador, 25-24. Holpert quiso poner por delante a los suyos, falló y permitió un ataque a los riojanos para que Kusan hiciera el empate a 25. El Tatabanya sacó rápido y Sipos marcaba con aún 7 segundos por delante. Entonces llegó una decisión más que polémica para los visitantes, ya que el balón que mandó Sergey para que se sacara rápido era repelido por un jugador húngaro y el tiempo llegaba hasta el final sin que el BM Logroño pudiera sacar. Ni exclusión, ni cartulina roja… Final del encuentro. Es lo que tienen los arbitrajes europeos.

Ficha técnica

Grundfos Tatabanya KC: Bartucz (p); Brozas, Vranjes (5), Ilyes, Hornyak (1), Ancsin 6() y Sipos (1), siete inicial, Komogorov (3), Holpert (2), Balagh (3p), Sazsz, y Davidovic (1).

BM Logroño: Sergey (p); Hackbarth (5), Kukic (2), Balenciaga (4), Kusan (2), Ligetvari (4) y Sánchez-Migallón (3, 1p), siete inicial, Garciandia (3), Dapiran, Moreira, Junior Scott (2) y David Cadarso.

Parciales cada 5 minutos: 3-2, 6-5, 8-7, 11-10, 13-10, 15-11 (descanso), 18-13, 18-15, 21-17, 22-20, 24-21 y 26-25 (final).

Árbitros: Karina Christianesen y Line Hesseldel Hansen (Dinamarca). Excluyeron a los locales Ancsin (min. 16) y Komogorov (mins. 28 y 41) y a los visitantes Sánchez-Migallon (min. 23) y Moreira (min. 24).

Foto: BM Logroño

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