La incesante lucha contra el hambre de África
“No debemos fallar a los billones que esperan que la comunidad internacional cumpla con la promesa de la Declaración del Milenio para un mundo mejor. Reunámonos en septiembre para cumplir la promesa”, con estas palabras el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hace un llamamiento a los líderes mundiales para que en la próxima cumbre de Nueva York (20-22 de septiembre) se decidan a impulsar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El primero de estos objetivos es la erradicación de la pobreza extrema y el hambre para el año 2015, algo que será imposible, por lo menos, en el caso de África subsahariana, según ha advertido la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Hace unos días, el director general de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) , Jacques Diouf, ya destacó la grave situación de la seguridad alimentaria en África. En la Conferencia Regional de la FAO para el continente africano Diouf advirtió que el principal problema es la falta de inversiones de los países en el sector agrícola.
El representante de la FAO subrayó que la prioridad debe ser apoyar a los pequeños productores y fortalecer la agricultura familiar. Diouf advirtió que desde el año pasado, casi 270 millones de personas sufren desnutrición y el 30% pasa hambre.
Sin embargo, según Diouf, África tiene abundancia de tierras cultivables, agua y mano de obra y con la implementación de políticas adecuadas podría incrementar su producción agrícola, ingresos y seguridad alimentaria.
Pero la realidad de África es otra. En un informe sobre Tecnología e Innovación, la UNCTAD atribuyó este estancamiento de la productividad agrícola a las técnicas ineficientes y al uso limitado de tecnología en esta región. El documento señala que algunas tecnologías como las utilizadas para la irrigación continúan siendo prohibitivas para los agricultores en África pese a las ventajas que representan en términos de aumento de la producción.
El secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, subrayó la falta de esfuerzos por adaptar las tecnologías a las necesidades y posibilidades de los pequeños agricultores subsaharianos y a las variables climáticas que afrontan en esa región.
“Si queremos hablar de tecnología e innovación para los agricultores en África, tenemos que hablar de pequeños agricultores y ayudarlos no sólo a tener tierras que produzcan sino a que logren un modo de vida que les permita combatir la pobreza y el desempleo.
Y algunas veces también serán necesarios trabajos no agrícolas para que tengan ingresos adicionales“, dijo.
En este sentido, Supachai afirmó que con voluntad política y apoyo internacional necesarios para la aplicación de la ciencia y la tecnología, la agricultura africana puede transformarse y contribuir a la seguridad alimentaria y el desarrollo del continente.
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