La lactancia, un alimento para el futuro
La asociación riojana Al halda destaca la lactancia como “alimento para el futuro” en la Semana Mundial de la Lactancia bajo el lema 'Lactancia materna: clave para el desarrollo sostenible'.
Al Halda relata cómo el desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras. En este sentido, ha dicho que “la lactancia materna es clave, en primer lugar, por su papel en la nutrición y la salud de las generaciones presentes y futuras pero, también, porque es una práctica ambientalmente más sostenible”.
La asociación riojana ha destacado cómo la leche materna reduce las infecciones en los lactantes pero, además, sus beneficios llegan hasta la edad adulta. Así, un nuevo estudio desarrollado en la Universidad de Oxford apunta a su capacidad para corregir los defectos funcionales y estructurales de los corazones de las personas nacidas de forma prematura.
También se sabe, ha añadido, que está relacionada con un menor tiempo de hospitalización. Se calcula que por cada euro invertido en leche humana (en los Bancos de Leche de los hospitales) se ahorran entre seis y diecinueve euros en costes de hospitalización, según se puso de manifiesto en las II Jornadas de Lactancia Materna celebradas el pasado mes de junio en Madrid.
Desde el punto de vista del medioambiente, afirman que “amamantar es un acto ecológico que no contamina; no precisa del uso de recursos externos y no necesita producir nada. Reduce el consumo y elimina la contaminación y el desperdicio”.
Al Halda ha indicado cómo “la madre produce el alimento que su bebé necesita en concreto, generando los anticuerpos específicos que requiere en cada momento”. Como curiosidad ha apuntado que “cuando una madre besa a su hijo su cuerpo recoge los patógenos a los que está expuesto y se prepara para producir las defensas”.
Al Halda apoya el lema de la Semana de la Lactancia; un evento mundial que, sin embargo, Europa (y por tanto España) prefiere no hacer coincidir con el periodo estival y, por ello, aplaza su celebración a la semana 41 del año (en octubre), cogiendo como referencia una fecha de parto de un embarazo que comience el 1 de enero.
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