La peor sequía en 60 años coloca al límite al Cuerno de África

Los países del Cuerno de África, están sufriendo la peor sequía de los últimos 60 años. En Somalia , Etiopía, Kenia, Uganda y Djibouti , son ya 10 millones de personas las que padecen las consecuencias.

El motivo de la sequía se debe a la escasez de lluvias en los dos últimos años, lo que ha afectado a los cultivos y ha traído como consecuencia el encarecimiento del grano, subiendo los precios de los alimentos básicos y dificultando su acceso a los ganaderos, quienes se encuentran en estado crítico. En el caso de Kenia cuestan entre un 30 y un 80% más que la media de los últimos años. En Etiopía , la inflación relacionada con los alimentos superó el 40 % el pasado mes.

Elisabeth Byrs, la portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), aseguró que estos países viven una de las mayores crisis alimentarias de la actualidad.

Por otro lado, la desnutrición infantil es también un grave problema derivado de esta gran sequía, según la ONU, las tasas de mortalidad más afectadas son más del doble del umbral de emergencia que es el 15%, es decir ha alcanzado el 30% y se espera que la situación aún empeore más.

De acuerdo con los datos de la ONU, la sequía afecta notablemente a 3,2 millones de personas en Kenia, 2,6 millones en Somalia, 3,2 millones en Etiopía y 117.000 en Djibouti.

Los pronósticos meteorológicos apuntan a que no habrá mejora en la situación de sequía hasta 2012, por lo que la ONU ha invocado a una movilización internacional que permita evitar una nueva crisis humanitaria.

La sequía también ha tenido un impacto en el aumento del flujo de refugiados y desplazados internos , según los datos de la Oficina de Asistencia Humanitaria. De esta manera, unos 20.000 somalíes han huido en las dos últimas semanas de su país llegando a Kenia o Etiopía. En el primer país, el campamento de refugiados de Dadaab está repleto hasta el limite, lo que impide que se pueda prestar la ayuda apropiada a las víctimas del desastre natural.

Otras consecuencias indirectas es el aumento de la deserción escolar, enfermedades en humanos y animales de granja y una mayor tensión y conflictos generalizada entre comunidades que se ven obligadas a competir por los escasos recursos que quedan.