La piscifactoría de Brieva prevé producir más de un millón de truchas este año

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La Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente destinará un total de 253.097, 89 euros para la contratación de la gestión de la piscifactoría de Brieva de Cameros, encomienda que se prolongará hasta abril de 2019. La empresa pública TRAGSATEC seguirá haciéndose cargo de la producción, mantenimiento y conservación de esta piscifactoría.

Para el año 2018-19 se espera desovar alrededor de 2.000.000 de huevos y lograr que la mayoría llegue al estado de alevín, alcanzando el objetivo de un millón de peces entre alevines y truchas de otros tamaños. Los ejemplares producidos serán utilizados para reforzar las poblacionales en los ríos riojanos (Cidacos, Leza, regua, Najerilla, Oja, Tirón y sus afluentes)

La piscifactoría de Brieva de Cameros fue inaugurada en mayo de 2003 y sus instalaciones están dedicadas a la producción de trucha común autóctona. La planta trata de aprovechar su potencialidad para criar ejemplares genéticamente puros de trucha con destino a la repoblación de los ríos riojanos.

Los objetivos más importantes de estas instalaciones son fomentar y conservar la riqueza de los ríos riojanos, recuperando la población truchera autóctona, así como conseguir trucha de calidad, con un carácter salvaje y con unas buenas condiciones físico-sanitarias.

La piscifactoría de Brieva de Cameros, adquirida en 1997 por el Gobierno de La Rioja, está situada al sur del término municipal de Brieva, a unos 500 metros del casco urbano, y consta de dos instalaciones separadas unos 300 metros entre sí. En la finca principal se ubican las naves de incubación y alevinaje, las baterías de engorde y los estanques de reproductores, y en la segunda se encuentran los estanques de engorde.

Actualmente, la piscifactoría de Brieva de Cameros se ha consolidado como una herramienta fundamental de apoyo en la conservación de las poblaciones trucheras de La Rioja, su mantenimiento y su recuperación. Los actuales programas de cría de trucha común que el Gobierno de La Rioja desarrolla en sus instalaciones se basan en la caracterización genética de la trucha común riojana, la determinación de las zonas libres de introgresión genética, y el conocimiento de las estirpes presentes y su distribución.

Partiendo de unas buenas condiciones de reproducción y alevinaje, y aplicando un modelo en el que se apuesta por la repoblación de ejemplares jóvenes, la Consejería de Agricultura Ganadería y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Medio Natural, elabora cada año un plan de repoblaciones a partir de los estudios y muestreos de las distintas cuencas, pero siempre limitándose a repoblar únicamente los tramos de gestión sostenida y artificial aguas debajo de embalses, dejando las zonas de gestión natural libres de repoblación.

En este contexto, a lo largo de este 2018, Medio Natural ha repoblado los ríos riojanos con cerca de 900.000 alevines, 37.000 añales y más de 25.000 ejemplares adultos de trucha autóctona, además de continuar con la línea de se inició hace más de una década de repoblar también con huevos embrionados colocados en incubadoras especiales.

Apoyo al comienzo de campaña

La campaña de repoblaciones se inició como es habitual el pasado mes de marzo, en los días previos al comienzo de la temporada y en tramos de fuerte presión, cuando se sueltan los ejemplares sobrantes del periodo reproductor de la piscifactoría para satisfacer la demanda. Lo habitual es que se suelten entre 5.000 y 6.000 truchas, si bien este año los resultados de la piscifactoría fueron excepcionales y se pudieron soltar 25.400 truchas, lo que supone cerca de 5.000 kilos de ejemplares, en mayor proporción en los ríos Iregua y Najerilla, pero también en el Leza y el Tirón.

El grueso de las repoblaciones que lleva a cabo la Dirección General de Medio Natural con ejemplares de trucha autóctona de la piscifactoría de Brieva de Cameros se hacen con alevines y tallas juveniles, que son los que más sufren los efectos de cualquier afección o alteración en los cursos de agua. En junio se soltaron 650.000 alevines de un gramo, y en octubre otros 250.000 alevines de otoño (jaramugos), de unos seis meses de edad y entre seis y ocho gramos de peso.

Por otro lado , el río que ha recibido más aportación este otoño ha sido el Iregua, 90.000 alevines, al ser el que tiene menos capacidad natural de reclutamiento a causa de la regulación de caudales. El Najerilla ha recibido 85.000, unos 25.000 se soltaron en tramos del río Tirón, 15.000 en el Leza y otros 10.000 han ido a parar al Oja y el Cidacos.

También este otoño se han soltado 37.000 añales, muchos ya en condiciones de reproducirse, y que podrán alcanzar el tamaño permitido para su pesca cuando se abra la temporada de 2019, garantizando así un aprovechamiento sostenible de este recurso. En total, se han repartido 15.200 unidades de trucha en tramos del río Iregua, 13.500 en el Najerilla, 3.500 en el Tirón, 3.500 en el Leza y mil en tramos trucheros del río Oja.

Junto a esto, desde el año 2005 se mantiene una línea de repoblaciones con huevo embrionado colocada en incubadoras especiales que se depositan dentro del río. En 2018 se depositaron 150.000 huevas, en la media de los últimos años. El apoyo se realiza preferentemente en los arroyos laterales del río Iregua adaptados como zonas de incubación muy útiles para hacer de ‘guardería’ hasta que adquieren un tamaño que les permite derivar al rio principal.

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