La superioridad se impone al esfuerzo

13 de febrero de 2021 05:37 h

Tres dobletes, 5 Ligas, 7 Copas de la Reina, 1 Supercopa. Palmarés de lujo para un Barcelona que es infinitamente superior a cualquier rival en España. Ante un ilusionado EDF Logroño que estaba a 90 minutos de su primer título -habrá que esperar a una nueva ocasión- lo demostró y fue justo vencedor. Lo que fastidia es que el choque se decidiera en los minutos finales del primer tiempo, después del titánico esfuerzo y trabajo defensivo realizado por las riojanas, y por un más que discutido penalti. El contacto existe, pero que a Alexia parecía que le había pillado un tranvía, también. Zulema González no vaciló.

Once metros que marcaría la jugadora que lo padeció. A partir de ese instante, las pupilas de Javier Moncayo se desactivaron y eso ante un rival de la entidad que había enfrente se paga con un segundo gol al minuto imposible de remontar. La segunda parte, con ese marcador y tras el efecto psicológico de los dos tantos consecutivos, sobró porque el Barcelona continuó a lo suyo generando muchas ocasiones ante un EDF Logroño que siguió derrochando un gran esfuerzo en las tareas defensivas -no le quedaba otra opción para no encajar una goleada de escándalo- y que prácticamente ni se asomó a una espectadora de excepción, Sandra Paños. Que Jenni Hermoso hiciera el tercero y que Oshoala o Alexia pudieran haber hecho más sangre en el electrónico resultó anecdótico.

El preparador de las riojanas sorprendió que en una cita histórica no aparecieran hasta tres habituales titulares del EDF Logroño durante toda la actual campaña; Tavlo, Chini y Leti. En este sentido, el técnico turiasoniense dio valor a las jugadores que aún permanecen desde el ascenso a la Liga Iberdrola, caso de Ana Velázquez, Judith y Lorena. La intención, de partida, fue similar a lo acontecido hace una semana en El Mundial’82, donde las riojanas -en La Rosaleda de blanco, es decir con la segunda equipación- cedieron el balón, aguantaron en su campo, juntando sus líneas y dificultando la labor interior de las azulgranas.

Las catalanas, conocedoras de lo que iban a tener enfrente, actuaron con paciencia en los primeros compases; acumulaban mucha gente por dentro y dejaban que sus laterales fueran la proyección por el exterior. Eso provocó que las de Lluis Cortés combinaran y buscaran alternativas para encontrar el hueco y el espacio. Así, Jenni Hermoso, demasiado fácil se presentó ante Pamela, pero la pertinaz goleadora golpeó centrado. Que el Barcelona quería hacer un gol rápido se pudo comprobar cuando Patri, desde prácticamente el centro del campo, buscó la portería al ver que la meta mexicana estaba adelantada. Habría sido un golazo.

Las logroñesas trabajaban y corrían. Eran solidarias en el esfuerzo defensivo. Estaban concentradas y convencidas de lo que realizaban. Buena señal. Claro que enfrente estaba un equipazo capaz de encadenar veinte victorias ligueras y marcar 81 goles (recibir sólo 3) en el actual ejercicio. Sobre todo porque ante las riojanas han sacado a relucir su potencia en las acciones a balón parado. De esta forma, en una falta lateral, la primera del duelo, Pereira saltó más que el resto para cabecear. Pamela respondió con un paradón, aunque dejó el rechace. La lateral diestra culé, a bocajarro, buscó el tanto, pero la portera se hizo inmensa para blocar ante la adversidad.

El ritmo, frenético, del Barcelona iba a poner a prueba el estado físico y mental de un EDF Logroño al que no le duraba nada la pelota. Todo lo contrario que a su oponente, capacitado para mover de un lado a otro a su rival hasta exprimirlo. Merced a la velocidad de juego y a la insistencia, el cuadro catalán percutía por el perfil diestro donde Lorena sufría con Graham. Dos pases atrás de la noruega sirvieron para sendos remates de Martens, a las manos de Pamela, y Alexia, fuera ajustado al poste.

Pese al caudal ofensivo del Barcelona, el bloque riojano aguantaba firme y vislumbraba el descanso. Entonces de un saque de banda el partido se rompió. Balón a Alexia, dentro del área, Cazalla la obstaculiza y la colegiada, din dudarlo, señala los once metros. Penaltito que resultó decisivo para la suerte de la final. Alexia aprovechó el penalti y, acto seguido, dentro del mazazo mental que había supuesto el 1-0, el bloque de Lluis Cortés sentenció la Copa con el gol de Aitana entre la descolocación de las riojanas.

Tavlo aparecía por Grace tras el paso por los vestuarios. Evidentemente no hubo variación sobre el rumbo del encuentro con un Barcelona dominador que pudo ampliar la diferencia en numerosas ocasiones. Mapi León, a la salida de un córner. Patri, que volvió a intentarlo desde la medular, en dos oportunidades. En todas ellas, Pamela emergía para desquiciar, por así decirlo, a un conjunto hambriento que no baja ni un ápice su intensidad. Marta también hozó de una gran oportunidad, con la mexicana, fuera del marco, pero esta vez Caracas se interpuso en su tiro.

Restaba media hora todavía y Jenni Hermoso se anticipaba a la zaga riojana para cruzar de cabeza un preciso envío desde la izquierda. Si había dudas, la ‘7’ azulgrana confirmaba el apabullante dominio. Momento que aprovechó Lluis Cortés para ‘refrescar’ su ataque con Mariona y Oshoala. Ahí es nada. El otro banquillo se movía con el estreno de la británica Shameeka Fislhey -anunciada por el club logroñés durante la mañana del sábado- y con Chini. El ritmo, por fortuna, para el EDF Logroño disminuyó.

El marcador provocó que la emoción se desvaneciera y que ambos conjuntos asumieran sus roles; al Barcelona ya no lo hacía falta buscar la portería contraria, apostaba más por elaborar con calma para darle un punto más de velocidad en los últimos metros de sus acciones. Con ello, las riojanas no se sentían tan agobiadas y Elloh se permitió alguna escaramuza, aunque sin consecuencias ofensivas. Así murió una cita histórica para un EDF Logroño que debe olvidarse del éxito alcanzado en el torneo del ko en la edición del curso pasado -con Gerardo García en el banquillo- para centrarse en mejorar su posición actual en la clasificación y vivir una tercera campaña en la élite del fútbol nacional.