Las bases para la concentración parcelaria de Lagunilla-Ribafrecha se exponen desde este miércoles
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población expone a partir del miércoles 11 de agosto las bases provisionales del procedimiento de concentración parcelaria de Lagunilla-Ribafrecha en el salón de actos de Ventas Blancas y en el salón de actos del Ayuntamiento de Ribafrecha, donde permanecerán expuestas durante un mes, así como en la página web del Gobierno de La Rioja.
La concentración parcelaria de Lagunilla-Ribafrecha fue declarada de utilidad pública y urgente ejecución mediante el Decreto 18/2020, de 22 de abril.
El 11 de agosto, día en que se abre la exposición pública, a las 10:30 horas en Ventas Blancas y a las 12 horas en Ribafrecha, se procederá también a la entrega de los boletines individuales de la propiedad, por parte de la directora general de Desarrollo Rural y Reto Demográfico, Nuria Bazo.
En estos boletines figuran los datos de identificación personal de cada propietario, así como los de cada parcela aportada por éstos al proceso de concentración parcelaria, con el detalle de la superficie y de la clasificación de la tierra.
Las alegaciones al documento de bases provisionales deberán dirigirse a la Dirección General de Desarrollo Rural y Reto Demográfico (Sección de Concentración Parcelaria) y podrán presentarse en las oficinas de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población del Gobierno de La Rioja (Avenida de la Paz 8-10 de Logroño) o bien mediante la oficina virtual del Gobierno de La Rioja.
La zona de concentración parcelaria de Lagunilla-Ribafrecha contempla una superficie inicial de 1.740 hectáreas que limitan con los términos municipales de Murillo, Santa Engracia y Leza. El Gobierno de La Rioja asumirá la totalidad del coste de los trabajos que beneficiarán a 504 propietarios.
La concentración parcelaria tiene como finalidad la ordenación de la propiedad rústica y la mejora de las explotaciones agrarias mediante un aumento del tamaño de las fincas y la reducción del número de parcelas por explotación.
El incremento de la superficie por parcela, unido a la mejora de infraestructuras y caminos, favorece la reducción de los costes de producción y una mayor competitividad de las explotaciones. Al mismo tiempo se consigue un ahorro energético y una disminución en la emisión de CO2 a la atmósfera, lo que favorece la adaptación al cambio climático, ha apuntado el Ejecutivo en una nota.
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