Las claves para elegir una extraescolar: “Ver qué le gusta y cuáles son sus fortalezas”
La profesora del Grado en Pedagogía de UNIR Ana María Reynoso ha puesto el acento en la necesidad de “consensuar” las extraescolares: “Escuchar al niño, que muchas veces no los escuchamos, observarlo para ver qué más le puede gustar y cuáles son sus fortaleza”.
Reynoso, en una entrevista a Europa Press, no ha olvidado una realidad que ha definido como “triste” y es que, en muchas ocasiones, que el niño vaya a una extraescolar, una vez finalizada la jornada de clases, es algo obligado por la conciliación.
“Muchas veces vemos el tema de las actividades extraescolares desde el punto de vista de la conciliación de la vida familiar y laboral de los padres y no tenemos en cuenta los gustos de los niños, si realmente quieren o no quieren y eso es importante respetarlo”, ha resaltado.
De este modo, “vemos el horario laboral y el de las clases” y la extraescolar cubre el hueco. No obstante, “lo interesante es que sea algo consensuado y que sea porque el niño lo quiere, porque hay cosas que no se hacen en las escuelas”.
Las extraescolares pueden “fomentar talentos que los niños tienen” y, también, permiten descubrir qué les gusta. “Tenemos la mala costumbre de usarlas para ayudar a las debilidades del niño, cuando lo que hay que fomentar es talentos: si se le da bien correr, le apunto a atletismo”, ha aseverado.
Por tanto, deben ser algo “consensuado con ellos y no sólo teniendo en cuenta la jornada laboral de los padres y pensando en la conciliación”, ha indicado.
Así, aún cuando no nos queda otra lo “ideal” es observar a nuestro niño. “Si hay algo que le gusta a él especialmente, y no se da tanto en la escuela, pues fomentémoslo”, ha relatado.
En cuanto a las “mejores” extraescolares, ha señalado “la vida saludable: deporte y no sólo centrarnos en fútbol, existe el atletismo, la natación, el patinaje, tenis o cualquier otro tipo de deporte”.
Con respecto a la edad, hasta los cuatro años “el niño ya bastante tiene con la jornada laboral cuando, como decía María Montessori, el trabajo de los niños tiene que ser jugar”; así que “lo que quiere el niño es estar en el parque, con sus padres, y que nosotros le dediquemos tiempo”.
Más adelante, hay niños que lo tienen muy claro; en otras ocasiones se puede “fomentar el aprendizaje a través del juego”, por ejemplo, con clases de inglés basadas en el juego, porque “es la mejor forma en que ellos aprenden, se creen que están jugando nada más”.
En este sentido, “es interesante que la extraescolar a la que le apuntemos no siga la dinámica de la jornada escolar de estar sentado, escuchando”.
Por otro lado, ha invitado a pensar que algunas extraescolares tienen competiciones los fines de semana, con lo que “si he buscado una extraescolar para organizarme la conciliación puedes encontrarte con otro día más pillado cogiendo y llevando a los niños”.
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