Cocina Económica, 20 años ayudando a los 'sin techo'
Cocina Económica ha cedido por otros cuatro años el edificio Don Domingo Álvarez Ruiz de Viñaspre -situado en la calle Baños de Logroño- de forma gratuita al Ayuntamiento de Logroño para ayudar a las personas más vulnerables 'sin techo'. Como ha explicado el presidente de Cocina Económica, Emilio Carreras, la entidad comenzó a ayudar a los 'sin techo' hace ya 20 años. “Empezamos en un local en Salvatorianos pero no admitía más de 6-8 personas y en unas condiciones bastante malas. Como consecuencia de ello, el Ayuntamiento habilitó en la Rúa Vieja un local con unas condiciones mejores y a partir de ahí el proyecto Alaska lo continuó el Ayuntamiento”. “Finalmente, como el edificio de Rúa Vieja se quedó pequeño salió a subasta del Ayuntamiento este solar de la calle Baños y nos presentamos, lo adquirimos e hicimos este edificio que está en condiciones óptimas para alojar entre 28 y 36 personas”.
“El edificio lleva el nombre del presidente Domingo Álvarez Ruiz de Viñaspre, y ya se lo cedimos al Ayuntamiento. Hoy renovamos este convenio por cuatro años más y se lo volvemos a ceder de forma gratuita”. En este edificio en la actualidad hay entre 16 y 18 personas en situaciones muy complejas que necesitan una atención más personalizada e integral. No tienen límite, pueden quedarse en función de sus necesidades, de las capacidades y del momento de la persona.
Finalmente, por parte del Ayuntamiento, la concejal, Patricia Sainz, ha asegurado que están “encantados de colaborar con Cocina Económica en un ámbito que nos parece fundamental”. “Yo he podido comprobar con ellos in situ cómo atienden a estas personas. Lo bueno que tenemos aquí en Logroño, además, es que podemos ponerle nombre y apellidos a cada uno de ellos. Esto es muy interesante porque realmente tenemos esa suerte de poder controlar dónde están, cómo están, hacerles un seguimiento y poner todos los recursos disponibles a su alcance”.
Además la concejal ha querido destacar “la profesionalidad de los que trabajan aquí en el Proyecto Alaska. Tuve la suerte de poder acompañarles una noche para hacer un recuento nocturno de las personas que están en calle y ves con qué humanidad se les busca, se les habla, cómo se intenta que lleguen aquí y todo el esfuerzo posible para reconducirlos”.
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