Condenado por dar un cabezazo en la boca a un regador de Logroño

Los servicios jurídicos de UGT de La Rioja han conseguido la sentencia favorable para un regador de la UTE Logroño Limpio que fue agredido en la madrugada del pasado 5 de agosto en la zona de las discotecas de la calle Duquesa de la Victoria. El Juzgado de Instrucción nº 1 de Logroño ha condenado al agresor a una pena de dos meses-multa con cuota diaria de 8 euros, con responsabilidad subsidiaria de privación de libertad en caso de impago, y al abono de 560 euros en concepto de responsabilidad civil.

Los hechos denunciados tuvieron lugar en la madruga del domingo 5 de agosto, a las 6.40 horas, dentro del horario marcado por el Ayuntamiento para el riego o baldeo. Cuando el regador denunciante estaba realizando su trabajo, el denunciado se acercó a manipular la llave de paso del suministro de agua de la manguera que manejaba el trabajador, quien le recriminó su actitud, ante lo cual, el denunciado le propinó un cabezazo en la boca, produciéndole una herida en la parte interior del labio, así como una contusión en la mano derecha fruto de un forcejeo.

Al día siguiente de los hechos, UGT solicitó a la dirección de la empresa la celebración urgente de una reunión del Comité de Seguridad y Salud Laboral. Durante la misma, el sindicato manifestó su más profundo malestar porque ya había advertido de que esta grave situación se podía producir, debido a que se estaba poniendo en peligro la integridad física de los regadores, al utilizarlos como policías antidisturbios para desalojar a las personas que salen de las discotecas a primeras horas de la mañana.

A raíz de esta reunión del Comité de Seguridad y Salud Laboral, la sección sindical de UGT en la UTE Logroño Limpio consiguió, por motivos de seguridad, el cambio del horario de baldeo en la zona de discotecas de las calles Duquesa de la Victoria y Siervas de Jesús. Desde entonces, en estas zonas se comienza a regar más tarde, cuando ya no quedan personas a la salida de las discotecas, evitando de esta forma el riesgo de que alguien, por no estar en las mejores condiciones, pueda agredir física o verbalmente a los regadores.