Pros y contras de las Agencias de Desarrollo Local

Las Agencias de Desarrollo Local (ADL), son un instrumento clásico de promoción económica en los municipios españoles. En algunas regiones, como la Comunidad Valenciana, el País Vasco, Asturias o Cantabria son muchos los municipios que cuentan con este instrumento de dinamización económica, creación de empleo, ayuda al comercio, desarrollo de suelo industrial y formación de todo tipo de colectivos.

Solamente en el País Vasco, por poner un ejemplo, existen 27 organismos públicos desarrollados bajo esta figura amparada por la Ley de Bases de Régimen Local que, en el caso de territorios con regímenes forales cobran especial importancia y, al mismo tiempo, especial complejidad.

Ciudades como Santander, Palencia, Oviedo, Segovia, Benidorm, Torrevieja, Getafe, Sestao o Getxo han puesto en marcha iniciativas de este tipo, con buenos resultados.

En el caso de la Rioja no existe ningún precedente de este tipo y ha sido la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja, que pertenece como miembro de pleno derecho a la Asociación Española de Agencias de Desarrollo Regional recientemente constituida, la que se ha encargado de actuar en todos los temas relacionados con las políticas activas para la promoción económica desde su fundación, allá por 1997.

Las Agencias de Desarrollo Local presentan evidentes ventajas a la hora de desarrollar políticas sobre el terreno: conocimiento de los problemas y necesidades municipales, posibilidad de realizar una gestión integradora de los distintos recursos disponibles, racionalización administrativa, cercanía al ciudadano. En definitiva, conceptos que soportan conceptual y políticamente la llamada “segunda descentralización” , y por la que La Rioja ha apostado de forma inequívoca en los últimos años.

En el caso de Logroño el impulso dado hace unos años a la entrada de la ciudad en el ámbito de la Ley 57/2003 de 16 de Diciembre de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, la popularmente conocida como Ley de Grandes Ciudades, reforzaría una medida de este tipo.

Sin embargo, también son numerosos los problemas a los que de forma habitual se enfrentan las Agencias de Desarrollo Local: las luchas competenciales con organismos de carácter supramunicipal, la necesaria reorganización de los órganos de gobierno y gestión municipal o los problemas de financiación son algunos de ellos.

El Gobierno de España viene trabajando en los últimos años para dotar de mayor autonomía y capacidad de gestión a los municipios. El Libro Blanco para la reforma del Gobierno Local y el Anteproyecto de Ley Básica del Gobierno y la Administración Local recogen diversas medidas para evitar que problemas como a los que antes hacíamos referencia frustren iniciativas como la posible puesta en marcha de la Agencia de Desarrollo Local de Logroño.

En resumen, un tipo de organismo público que presenta numerosas ventajas tanto de gestión como de ajuste de políticas activas a las necesidades municipales pero que requiere voluntad política, capacidad de diálogo, recursos económicos y un equipo profesional al frente.