Los Bancos de Alimentos acogerían “sin reserva” la carne donada por cazadores
Los Bancos de Alimentos acogerían “sin reserva” carne donada por cazadores de cualquier parte de España, después de conocerse que la Junta Directiva de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha acordado iniciar los trámites necesarios para solicitar y coordinar la colaboración de las Administraciones públicas para poder dar un fin social a la carne de caza, procedente de actuaciones de control de superpoblación de especies cinegéticas y algunas competiciones deportivas.
Según ha explicado a Europa Press el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos , Nicolás Palacios Cabero, aunque la donación de carne se dirige a priori a entidades benéficas como comedores sociales, si finalmente la donación se dirigiera a Banco de Alimentos la aceptaría “sin ninguna reserva”.
No obstante, ha indicado que no podrían recoger carnes sometidas a control veterinario como es el caso del jabalí. Además, ha celebrado toda ayuda a la alimentación de los más necesitados siempre que los alimentos estén lógicamente en buen estado sanitarios. “Los Bancos de Alimentos acogemos cualquier ayuda que nos puedan dar para quienes están con necesidad de alimentos”, ha asegurado.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana y miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Asociaciones de Caza Víctor Rafael Mascarell se ha mostrado convencido de que “no habría ningún problema” en que los cazadores contribuyeran a esa labor.
Mascarell ha indicado que ya está establecido por norma que la carne de caza procedente de competiciones oficiales “se tiene que entregar a centros sociales” y ha añadido que las piezas de caza procedentes del las batidas de control de poblaciones se tiene que “regular” porque hay que determinar quién recoge las piezas de caza, los mataderos autorizados a los que se debe llevar la carne y fijar los costes que tendría. “No es tan fácil”, ha subrayado.
Asimismo, el presidente de la Asociación de Entidades de Caza de la Comunidad Valenciana ha apuntado que antes de la donación de la carne debe de pasar “unos controles y unas pruebas” de análisis de control veterinario. “Es mas complicado de lo que parece legalmente. No queremos incumplir la legalidad ni mucho menos”, ha asegurado.
Una salida “digna y adecuada” a la carne
También en una entrevista concedida a Europa Press, el presidente de la Asociación del Corzo Español (ACE), Florencio A. Markina, ha comentado que, sobre todo, en batidas y monterías, o incluso en grandes cacerías de menor “el acumulo de carne de caza es grande y merece una salida digna y adecuada para que nada se desaproveche, bien a través de empresas comercializadoras, bien acudiendo a los bancos de alimentos o centros benéficos para que sea distribuida entre las personas que lo necesiten”.
Markina considera que la iniciativa de Federación de Caza de la Comunidad Valenciana es “muy acertada” y apunta que ACE, desde hace ya algunos años, “participa en campañas de este tipo, potenciando la caza de hembras de corzo --necesario para una correcta gestión de las poblaciones--, y dando salida a las canales a través de empresas de tratamiento, con destino, siempre que ello es posible, al banco de alimentos para su distribución entre la gente con escasos recursos económicos”.
“Compaginar una práctica cinegética correcta y respetuosa, y dar una salida a la carne de caza, dignifica la actividad y asegura la sostenibilidad”, ha argumentado el presidente de la Asociación del Corzo Español, quien ha añadido que para llevar a cabo estas iniciativas el acuerdo con las administraciones es “esencial”, más cuando la legislación europea, nacional y autonómica, por cuestiones sanitarias, exigen una serie de controles tanto en la manipulación de los animales tras su captura como en el tratamiento adecuado de las canales si su destino es el consumo humano.
En relación con la carne proveniente de la caza que sería consumida por terceros, ha señalado que se requiere una inspección veterinaria de las canales, un tratamiento en lugares de despiece homologados y un seguimiento de la pieza desde el lugar de captura hasta su llegada al consumidor final (trazabilidad).
“De ahí que resulte tan complicado dar salida, muchas veces, a estos excedentes cinegéticos, y será tarea de las administraciones y de los colectivos interesados, el estudio de fórmulas que, garantizando los aspectos sanitarios contenidos en la regulación, faciliten este tipo de actuaciones”, ha subrayado.
Por último, ha aclarado que los requisitos legales para su traspaso a la cadena alimentaria fuera del ámbito privado son “los mismos que para el resto de las carnes de origen cinegético”. “Deberemos recurrir a terceros, no ya sí queremos poner en el mercado esa carne, sino si, simplemente, queremos donarla a centros benéficos o a personas con pocos recursos. Estudiar y facilitar estos mecanismos es nuestro reto a medio plazo, de forma que el ciclo de la caza se complete en todos los casos”, ha recalcado.
El toro de lidia se comercializa
Ante esta situación, la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) ha aclarado que, en su caso, la carne del toro es propiedad privada, por lo que la gestión de la carne de estos animales depende de los ganaderos o de las empresas taurinas dependiendo del caso al que se refiera como fuente de ingresos.
De este modo, la Unión de Criadores cree que la iniciativa de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana es “fantástica porque se trata de un excedente de producto que gestiona el propio Gobierno de la Generalitat”, pero insiste en que en el caso de “los ganaderos y las empresas taurinas disponen de la carne de toro de lidia como fuente de ingresos”.
La decisión de la Federación de cazadores valencianos se produjo tras conocerse un anuncio en el que una familia en situación de vulnerabilidad solicitaba carne a los cazadores para poder alimentarse.
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