Los Consejos exigen al MAPA que defina el sistema para blindar las plantaciones
En un comunicado, la Conferencia vuelve a dejar constancia de su rechazo a las disposiciones que afectan a las Denominaciones en la nueva OCM y se posiciona en contra de la liberalización de plantaciones que menoscabará “los derechos y el valor añadido que generaciones de viticultores han dado a sus zonas de origen”.
Considera que el retraso hasta 2018 como fecha máxima de liberalización no es ningún bálsamo para las Denominaciones de Origen.
Además “las interpretaciones que se hacen sobre eventuales posibilidades de regulación futura del potencial en el ámbito de las Denominaciones de Origen están condicionadas por serios interrogantes”, por lo que pide al MAPA que defina el sistema que blinde el control del potencial productivo en las Denominaciones.
Critica que elementos “privativos” de los vinos de calidad como la variedad y la añada pasarán ahora a ser utilizados en todo tipo de vinos “sin certeza ninguna de cómo se va a instrumentar su garantía” y se mantiene “la peligrosa mención a la indicación de procedencia para todos los vinos”.
No obstante, destaca que la nueva OCM tendrá que cambiarse a medio plazo y confía en la colaboración de las Administraciones central y autonómicas para cambiar el actual modelo que no preserva la especificidad de los vinos con denominación de origen.
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