Los niños nacidos a finales de año tienen más posibilidades de sufrir TDAH

La mayor parte de los jugadores profesionales de hockey han nacido en la primera mitad del año. Así ilustraba el sociólogo Malcolm Gladwell el “efecto de la edad relativa” que asegura que es mejor nacer a principios de año. El Confidencial recoge varios estudios que ponen de manifiesto los perjucios que sufren los niños nacidos a finales de año.

Estos niños tienen un nivel de maduración superior a los más pequeños, pero son evaluados con los mismos criterios. En otras edades la diferencia puede ser insignificante, pero en la infancia la distancia cognitiva y física entre un niño nacido en enero y otro en diciembre es muy amplia.

Los niños nacidos a finales de año también tienen desventajas desde el punto de vista psicológico y neurológico, ya que los diagnósticos de TDAH (Trastorno de Déficit de Atención) no tienen en cuenta la edad relativa, por lo que alcanzan niveles más altos de diagnosis.

Estos niños también son discriminados sistemáticamente en su día a día, lo que aumenta las posibilidades de incurrir en algunos de los riesgos relacionados con el TDAH.

El efecto de la edad relativa se extiende también al mundo del deporte o de los estudios. En las edades en las que el cuerpo y la mente se encuentran en pleno desarrollo, once meses pueden ser clave para rendir mejor o peor.

También hay diversos estudios que hay más diagnósticos de esquizofrenia y obesidad entre los nacidos en los últimos meses del año.