Los riojanos son más pesimistas ante su futuro económico que el resto de españoles
El futuro económico de La Rioja pasa por el pesimismo. Así lo indica el Barómetro de Opinión Pública de La Rioja. La crisis económica ha hecho mella en las expectativas económicas de los riojanos. Según la encuesta elaborada por el Barómetro, a la pregunta de: “¿Cree que dentro de un año la situación de La Rioja será mejor, igual o peor que ahora?”, un 57% de los encuestados asegura que la situación económica de La Rioja será peor dentro de un año, frente al 31% que cree que ni empeorará ni mejorará y al 9% que se mantiene optimista y asegura que la economía irá mejor a finales de 2009.
FICHA TÉCNICA
Ámbito: Comunidad autónoma de La Rioja. Universo: Mayores de 18 años. Muestra: 655 entrevistas con un margen de error de ±3,91% para un nivel de confianza del 95,5% (dos sigmas) y p=q=50. Procedimiento: Polietápico, estratificado por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) de forma aleatoria proporcional y de las unidades secundarias (individuos) por cuotas de sexo y edad. Entrevista: “Cara a cara”. Elaboración: RIOCENTER.
El pesimismo hacia el futuro económico es un punto en común con el resto de España ya que según la última encuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el 46% de los españoles no confían en que la economía mejore dentro de un año. Son más de 10 puntos menos con respecto a la opinión de los riojanos. Por lo que destaca que las expectativas económicas de La Rioja son más negativas que las del resto de los españoles con respecto a la economía nacional.
Y dentro de nuestra comunidad, hay diferencias. Los ciudadanos de Logroño son más optimistas ante el futuro económico que los del resto de La Rioja. El 53,23% de los logroñeses creen que la economía irá a peor en 2009 frente al 62,75% del resto de ciudadanos de La Rioja. El 34,75% de los habitantes de la capital riojana confía en que la situación se quede igual cuando finalice 2009 frente al 25,49% del resto de los riojanos y sólo el 9,75 % de los logroñeses cree que la economía mejorará el año que viene.
Son los ciudadanos de La Rioja Alta los más pesimistas ante el futuro económico ya que el 71% de los habitantes de esa parte de la región creen que la economía riojana empeorará frente a los de la Rioja Media que son los menos pesimistas con un 54%.
¿Qué es lo que ha ocurrido para que la expectativas económicas de los riojanos sean tan negras? Para el Secretario General de la Federación de Empresarios de La Rioja, Emilio Abel de la Cruz, es normal que los ciudadanos de La Rioja vean el futuro con negatividad. “La crisis es como una mancha que se ha ido extendiendo” y continúa “empezó por los sectores relacionados con la construcción y ha ido contagiando poco a poco al resto”. Las previsiones económicas que han realizado tanto el Ministerio de Economía del Gobierno Español como el Fondo Monetario Internacional u otros organismos europeos han hecho mella en las expectativas de los riojanos. “Lo entendemos. Pero esto no debe llevar a que falte iniciativa y esfuerzo”. Para el secretario de los empresarios riojanos, el pesimismo no debe poder con el realismo, ni influir en nuestro puesto de trabajo o en nuestros proyectos empresariales. Y lanza una crítica a determinados agentes sociales: “Hay que evitar actitudes demagógicas. Las manifestaciones o concentraciones que se están llevando a cabo en determinadas empresas riojanas no mejoran las posibilidades de los trabajadores de mantener sus puestos”.
En esta gráfica se indica cual es la expectativa económica en La Rioja según la condición socioeconómica de la población activa. Son los obreros no cualificados y los trabajadores autónomos los más pesimistas ante el futuro de la economía regional. El secretario de la FER tiene una explicación a esto: los trabajadores autonómos de La Rioja son un sector muy dependiente de grandes empresas que precisamente, están sufriendo de manera importante la crisis económica: construcción y automoción. En el momento en que estas empresas pierden capital dejan de contratar los servicios de los trabajadores autónomos por lo que es un sector muy castigado.
ESTAREMOS MAL PERO AHORA ESTAMOS BIEN
De esta forma se podría resumir la percepción que tienen los encuestados sobre el futuro y el presente de la economía de La Rioja.
A la pregunta de: ¿Cómo calificaría la situación económica actual de La Rioja?. El 40,61% de los riojanos califican a su economía como “regular” frente al 37% que cree que es “buena o muy buena”. El 20% de los entrevistados aseguran que la situación es “mala o muy mala”.
Estas variables son muy positivas, sobre todo si tenemos en cuenta que la encuesta se ha realizado cuando ya se notan de forma significativa los efectos de la crisis económica, y si los comparamos con los del resto de España. Según la encuesta de diciembre de 2008 del CIS, el 66% de los españoles califican como “mala o muy mala” la situación de la economía española y basándonos en los datos del Barómetro de La Rioja, los riojanos creen que su economía es 27 puntos mejor que la situación económica de España.
Esta imagen “optimista” no dista mucho de la percepción que tienen nuestros vecinos vascos y navarros. El triángulo del Ebro se muestra más satisfecho con los indicadores económicos de sus respectivas regiones ya que según el Euskobarómetro realizado en noviembre de 2008, el 28% de los vascos califica de “buena” la salud de su economía, frente al 45% que cree que es regular y el 27% opina que es “mala”.
Esta consideración positiva de la economía propia de vascos y riojanos puede venir motivada por los buenos indicadores económicos de estas dos comunidades autonómas. Tanto La Rioja como Euskadi no superan el 10% en su tasa de paro. La Rioja cerró diciembre de 2008 con 16.671 desempleados y con una tasa del 9,61%. Mejor les van las cosas a los vecinos vascos que terminaron “el año de la crisis” con una de las tasas más bajas de desempleo de España, 8,32%, por detrás de Navarra. Nada que ver con otras regiones como Extremadura o Andalucía cuyos indicadores económicos son bastante peores y eso repercute en la percepción de la economía de sus respectivos ciudadanos.
Para el Decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de La Rioja, el profesor Eduardo Rodríguez, la economía riojana parte de una situación de privilegio y crecimiento económico que ha permitido a las familias tener unos ahorros. Además muchos de esos riojanos tienen ingresos extras provenientes de otras actividades alternativas a su empleo habitual como trabajar en el campo. Esto explicaría, en parte, el optimismo de la mayoría de los riojanos ante el estado actual de su economia.
LA RIOJA SUSPENDE EN CONFIANZA ECONÓMICA
Pero uno de los factores que crea confianza en una economía son las expectativas en dicha economía. Y en ella influyen muchos indicadores, por ejemplo, la edad, el sexo y la situación laboral.
Con los datos de la valoración ciudadana de la situación económica presente y la futura, el Barómetro de Opinión Pública de La Rioja ha elaborado el índice de confianza económica. El resultado es que los ciudadanos encuestados sitúan en un 39,8 puntos en una escala del 0 al 100, el grado de confianza económico. A pesar del suspenso, la confianza de los riojanos es mayor que la de los españoles con respecto a la economía nacional. Según el Barómetro del CIS, los españoles dieron un margen de confianza de 29,4 puntos también en una escala de 100, por lo que la confianza riojana supera en 10 puntos a la nacional.
Pero, ¿qué influye para que perdamos o mantengamos la confianza en una determinada economía? ¿Como mantenerla si el bombardeo de noticias sobre el pésimo estado de las economías españolas, europeas y hasta mundial es incesante? ¿Cómo no tener miedo si cada día somos más conscientes de que cientos de personas pierden su empleo en España? El propio Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmaba en el programa de TVE-1 “Tengo una pregunta para usted” que “la economía no es sólo dinero, sino es un estado de ánimo”.
Quizás esta afirmación justifique el pesimismo en la confianza económica de los riojanos. Según Ana Angulo, psicóloga del Centro Psicológico ADARA en Logroño, asegura que la pérdida de la confianza en una economía se basa en cuestiones objetivas como la “alarma social” que algunos medios de comunicación crean a través de informaciones al respecto. “Si una persona empieza a leer encuestas, a ver los datos del paro y además percibe que en su trabajo las ventas ya no son las mismas, comienza a oir comentarios y cree peligrar su empleo puede generar una pérdida de confianza”.
Y todo esto, según Angulo, puede generar en cuadros de ansiedad y incluso depresión. En el Gabinete de ADARA ya han tratado a un cliente que ha perdido su puesto de trabajo y tiene dos hijos que están estudiando, por lo que la sensación de ansiedad y preocupación es evidente.
Desde luego, la pérdida de la confianza económica es uno de los primeros eslabones en el círculo de la crisis, ya que el consumo está íntimamente relacionado con la percepción que se tiene de la economía individual y de la coletiva.
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