Los trabajadores creen que el cierre de Flex podría ser ilegal

El comité de empresa de la planta que el fabricante de colchones Flex tiene en Agoncillo (La Rioja), cree que el cierre de esta fábrica, anunciado hace dos días, podría incumplir los términos legales en los que fue adquirida.

Flex se hizo con el control de esta planta en el verano de 2005 mediante un proceso concursal derivado de los problemas económicos que tenía un grupo empresarial al que pertenecía entonces esta fábrica, que producía la marca Dorwin.

Dos años y medio después, el pasado 20 de noviembre, Flex anunció que va a cesar la producción de colchones de latex en Agoncillo y propone trasladar a su plantilla, de 39 trabajadores, a otros centros de trabajo de la empresa.

Los miembros del comité de empresa de la fábrica de CCOO consideran que este cese de actividad “podría no ajustarse legalmente a las condiciones en las que Flex adquirió la planta” ya que “se comprometió a mantener la producción y los puestos de trabajo”, aseguran en un comunicado.

Por ello han trasladado este caso a la Inspección de Trabajo de La Rioja y al administrador Concursal que llevó este proceso, “por si se hubiese producido alguna irregularidad y, en su caso, delimitar posibles responsabilidades”.

Un día después del anuncio de Flex, la Federación de Industrias de Textil, Piel, Químicas y Afines de CCOO ya afirmó que el despido de sus trabajadores es “improcedente” y recordó que la primera reunión del proceso de consulta de este expediente se ha convocado para el próximo 27 de noviembre en la Dirección General de Trabajo en Madrid.EFE