Merkel dice no a nuevos planes de estímulo

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Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea iniciaron poco después de las 16:30 horas la tradicional cumbre de primavera en la que pedirán que se dé prioridad a la reforma de la arquitectura financiera internacional y no a la puesta en marcha de una segunda ronda de planes de estímulo económico para combatir la recesión, como reclama Estados Unidos. El Consejo Europeo de primavera se centrará en la crisis financiera, su impacto en la economía real y en el empleo, y los preparativos de la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el próximo 2 de abril.

La canciller alemana, Angela Merkel, reiteró antes del inicio del encuentro la negativa germana al lanzamiento de nuevos programas de estímulo económico al considerar suficiente el esfuerzo realizado hasta ahora por los países europeos.

“Queremos un enfoque europeo. Cada Estado miembro, individualmente, ha presentado sus programas y creo que son suficientes” señaló Merkel, quien subrayó la necesidad de observar los efectos de estas medidas antes de adoptar nuevos compromisos.

Por su parte, el primer ministro checo, Mirek Topolánek, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE, aseguró que los Estados miembros han ido “todo lo lejos que podemos al preparar el plan europeo de recuperación”. A su juicio, un “activismo permanente” no serviría para crear confianza. “Tenemos que aplicar lo que hemos acordado y

En el mismo sentido se pronunció el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, que insistió que la UE ya ha hecho un “esfuerzo muy importante” para combatir la crisis. “No empecemos a discutir ya sobre nuevos planes antes de aplicar los que ya hemos acordado”, señaló. “Los mantendremos bajo revisión y, si es necesario, los que están en condiciones de hacer más deberían hacer más”, dijo el máximo responsable del Ejecutivo comunitario.

Explicó que para comparar la situación en la UE y en EEUU no se deben tener en cuenta únicamente las medidas discrecionales de estímulo sino también el aumento del gasto social en prestaciones por desempleo. En este sentido, destacó que un parado estadounidense con 40 años que ha trabajado 22 años al cabo de 6 meses no recibe ninguna prestación pública, mientras que en Bélgica tiene el 50% de su salario.Pese a la negativa de la UE a poner en marcha un plan de estímulo, Barroso dijo que existe una creciente convergencia entre europeos y estadounidenses,

ya que EEUU empieza a aceptar principios más estrictos de regulación y supervisión del sistema financiero.

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, señaló que “no se puede resolver todo utilizando el dinero de los contribuyentes”. Resaltó que Europa ya ha hecho “mucho” frente a la crisis y que muchos Estados miembros ya tienen déficits excesivos como consecuencia de estas acciones, lo que podría crear problemas en el futuro.

“No creo que hagan falta más paquetes de estímulo fiscal. Creo que es suficiente por lo que no estoy a favor de responder positivamente a la petición de EEUU de un mayor esfuerzo por parte de la UE”, dijo por su parte el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.

La única voz discordante fue la del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que dijo que sería “necesario” que la UE ponga en marcha un segundo plan de estímulo centrado en el empleo. Corbacho insistió en que la UE debe hacer “un esfuerzo mayor del que ha hecho hasta la fecha” para luchar contra la destrucción de empleo y no concentrarse únicamente en las medidas para ayudar a los bancos.

SIN ACUERDO SOBRE LOS 5.000 MILLONES

Los jefes de Estado y de Gobierno tratarán de cerrar un acuerdo sobre los 5.000 millones de euros extra del presupuesto comunitario que Barroso quiere movilizar como aportación de la UE contra la recesión. Este dinero se dedicaría a proyectos de energía y banda ancha. Pero los Gobiernos siguen sin ponerse de acuerdo sobre de dónde saldrá el dinero, sobre todo debido a las reticencias de Alemania, ni sobre la lista de proyectos.

Merkel insistió en que, para que Berlín dé su visto bueno, estos proyectos deben poder ponerse en marcha realmente en 2009 y 2010 porque “de lo contrario, no serían un estímulo económico sino más bien medidas a largo plazo”.

Para España, la Comisión propone destinar 225 millones de euros de fondos comunitarios a la línea de muy alta tensión (MAT) entre España y Francia y otros 40 millones de euros para mejorar la interconexión eléctrica entre España y Portugal.

Además, el Ejecutivo comunitario quiere dedicar 180 millones de euros al proyecto de captura y almacenamiento de carbono en Compostilla (León). El Gobierno reclama más dinero para la interconexión de gas con el norte de África.

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