Micheletti recapacita
El presidente interino de Honduras, Roberto Micheletti, ha cedido a la petición del Congreso Nacional y ha abierto la puerta a la derogación para esta misma semana del decreto que suspende las garantías constitucionales durante un plazo de al menos 45 días.
Micheletti, tras reunirse con una comisión parlamentaria, explicó que ha tomado esta decisión para que haya “paz y tranquilidad”, y para que los candidatos y los ciudadanos puedan participar en las elecciones fijadas el próximo 29 de noviembre. No obstante, aclaró que antes de tomar cualquier decisión definitiva consultará a la Corte Suprema de Justicia.
Por otra parte, Micheletti se dirigió al Gobierno brasileño, que permite que el mandatario depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se refugie en su Embajada. Le aclaró que ni la Policía ni el Ejército van a introducirse “a la fuerza” en la legación diplomática en Tegucigalpa.
La junta directiva del Congreso Nacional y los distintos parlamentarios se reunieron ayer con Micheletti por su propia decisión, después de considerar que la recuperación de las garantías constitucionales ayudaría a recuperar el diálogo en el país centroamericano, como explicó el diputado del Partido Nacional Antonio Rivera Calleja.
En esta línea, el vicepresidente, Ramón Velásquez Názar, subrayó que conviene derogar el decreto antes de enviarlo a la Cámara, donde previsiblemente recibirá una negativa. “A nosotros nos parece que hay que bajar esas tensiones y hay que sentarse a hablar y ambos sectores estamos en la obligación de llamar a la población hondureña a la cordura”, comentó Názar, en declaraciones recogidas por el diario 'La Tribuna'.
Por su parte, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se ha resarcido este lunes de no haber intervenido ante la Asamblea General de Naciones Unidas la semana pasada pasado y tomó la palabra el lunes en este foro, vía telefónica, para pedir a la comunidad internacional el respaldo para su causa.
Durante su comparecencia, Zelaya lamentó que Honduras vive sujeta a un régimen “fascista” que reprime los derechos de su pueblo. En este sentido, pidió a Naciones Unidas que trabaje para revertir el golpe de Estado.
Además, el mandatario depuesto denunció el cierre de dos medios de comunicación afines, Radio Globo y Canal 36, cuya emisión ha quedado cancelada por un decreto del Ejecutivo que encabeza Roberto Micheletti. Este tipo de decisiones evidencia la “dictadura” en que se ha convertido el país centroamericano, a juicio de Zelaya, quien calificó de “grave crimen” tratar de “callar la voz del pueblo”.
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