Nervios y apuntes antes de la Selectividad
“No sé si podré dormir esta noche” dice una joven que hará la primera prueba de la semana, Lengua Castellana y Literatura. Otra compañera de biblioteca afirma confiada que irá tranquila al examen. “Voy a estudiar Telecomunicaciones en Pamplona, y la nota de corte es un cinco. Así que estoy tranquila.”
Como estas dos chicas, 971 estudiantes de bachillerato de La Rioja se examinan de la Selectividad. Tanto en el Complejo científico y tecnológico, en el Edificio Quintiliano y en el IES Quintiliano de Calahorra, las pruebas comienzan a las nueve de la mañana. Pero deben estar antes, a las ocho y cuarto, con el D.N.I y seguramente, con muchos nervios.
“Este sistema no me parece justo” se queja otra estudiante que ha salido a las puertas de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja para tomarse un descanso. “Tengo que estudiar muchos temas en una semana y no me ha dado tiempo.”
Pero las cifras de aprobados del año pasado desmienten este pesimismo. En la anterior convocatoria aprobaron el 91,8 por ciento de los estudiantes que se presentaron.
MÁS QUE VIGILAR, AYUDAR
Miguel Ángel Muro sabe mucho de exámenes de Selectividad, nervios y trucos para aprobar. No en balde lleva más de 20 años como miembro de Tribunal encargado de los exámenes y cuidador en muchas de esas pruebas. En todo ese tiempo confiesa que ha visto de todo. “Están nerviosos pero el resultado posterior es satisfactorio. Sólo aquellos que no vienen preparados intentan aprobar por otros medios” afirma este profesor de Filología Hispánica de la Universidad de La Rioja. “Son estudiantes que quieren aprobar, por tanto utilizar todos los medios a su alcance para ello, es hasta comprensible”.
Entre las anécdotas que recuerda de sus dos décadas como cuidador, el profesor Muro señala que algunos alumnos hablan consigo mismos en voz alta repasando en su memoria algún temario. Incluso afirma que son los estudiantes mayores de 25 años que se presentan a las pruebas de acceso diseñadas para ello, los que más nerviosos se ponen. “Y es que esta presión es más soportable con 18 años que con 40” asegura, divertido. “Lo que intentamos en la Univesidad es que los alumnos estén cómodos y podamos solucionarles los problemas o dudas que les vayan surgiendo en los diferentes ejercicios. Al final seguro que lo hacen muy bien.”
El profesor Muro reconoce que en la Universidad se les advierte a los cuidadores sobre las “Chuletas 3G”. Tienen que tener más cuidado que antes, ya que las nuevas tecnologías ofrecen un sin fin de posibilidades mucho más discretas que antes. “Antes la habilidad para hacer una chuleta se basaba en incluir todo un tema en un bolígrafo. Ahora incluso hay pinganillos conectados a un teléfono móvil donde les soplan las respuestas a las preguntas.”
Sin embargo, según cuentan los propios alumnos que se examinan esta semana, la chuleta de toda la vida se sigue imponiendo a las nuevas tecnologías. Un papel debajo del examen o un apunte escrito en la calculadora son cosas que nunca pasan de moda. A todos ellos, mucha suerte.
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