Primer día de terrazas en Logroño: entre el entusiasmo y las dudas
Primer día de terrazas en Logroño en esta fase 1 que inauguramos en La Rioja: la jornada ha sido una mezcla de entusiasmo para unos e incertidumbre para otros.
Sin duda, la reapertura de las terrazas en la fase 1 ha llegado este lunes como agua de mayo para más de un logroñés, que no ha dejado casi ni abrir al bar antes de sentarse a disfrutar de su café. Había, eso sí, más dudas que certezas sobre esta vuelta a la actividad de los bares, sobre todo en Logroño. ¿Qué horario tendrán? ¿Qué separación tiene que haber entre las mesas? ¿Y entre la terraza y las fachadas colindantes?
El Ayuntamiento de Logroño ha arrojado luz sobre estos asuntos en una rueda de prensa celebrada esta mañana, aclarando entre otras cuestiones que los locales podrán duplicar el espacio de sus terrazas para garantizar la distancia física entre los clientes y que tendrán que dejar libre un espacio de 4,5 metros con las fachadas de los edificios circundantes para permitir la circulación de peatones.
El presidente de la Asociación Hostelería Riojana, Francisco Martínez-Bergés, ya avanzaba que muchos establecimientos no iban a levantar la persiana pese a la autorización por parte del Gobierno de España debido, principalmente a estas restricciones que tienen que cumplir y que penalizan, según sus datos, al 90% de las terrazas logroñesas.
Lo cierto es que, efectivamente, la alegría de reencontrarse con familiares, amigos, vecinos, conocidos y parroquianos en los bares logroñeses ha ido, si no por barrios, sí por espacios determinados. Así, en el centro se podían ver zonas más o menos vacías de mesas y sillas durante toda la mañana, como la calle San Antón o, paradójicamente, Bretón de los Herreros, epicentro del terraceo logroñés.
Mientras, establecimientos como el Café Moderno en la plaza Martínez Zaporta o el Café Tertulia junto a la Fuente Murrieta, sí sacaban los primeros pedidos de desayunos y aperitivos a la calle. También en Portales y en las zonas peatonales del centro se han vuelto a pedir cafés y aperitivos.
En Gran Vía ha habido locales con mucha animación, como el Noche y Día, donde han hecho continuo uso del amplio espacio disponible en su terraza y en especial a la hora del vermú.
Otro de los espacios concurridos ha sido la plaza Primero de Mayo, sin duda lugar privilegiado en Logroño para las terrazas. Desde primera hora de la mañana, los hosteleros de la zona se han afanado en colocar las terrazas atendiendo a las nuevas indicaciones, para después recibir clientela sin pausa.
La lluvia no ha hecho finalmente su aparición, lo que sin duda ha animado a más de uno a probar el primer día de vuelta a los bares desde hace dos meses. En los barrios más alejados del centro ha sucedido exactamente lo mismo. En La Cava, costaba encontrar sitio en algunos momentos en la terraza del Umm. Y en Cascajos, también se han animado a abrir los propietarios de locales como la cafetería La Nueva Terminal, en la calle Piqueras, o el bar La Estación, en la confluencia de Colón y Poeta Prudencio.
La ubicación era hoy, sin duda, el elemento clave para decidir abrir garantizando la separación entre personas que requiere este avance hacia la 'nueva normalidad' marcada aún por la amenaza del COVID-19.
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