RSF pide que el juicio contra Assange no sea un proceso contra Wikileaks
El juicio contra el fundador de Wikileaks , Julian Assange, en Suecia por un presunto delito de abusos sexuales y la sospecha de que se trate de una posible estratagema del gobierno de Estados Unidos ha inundado los informativos y periódicos de todo el mundo.
Tras la revelación de la documentación secreta de la diplomacia estadounidense, la sociedad internacional parece dividida entre quienes apoyan la labor de Wikileaks y los que condenan las filtraciones.
Sin embargo, el peligro que se corre con el juicio contra Julian Assange es un posible freno a la libertad de expresión en todo el mundo. Así pues la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros sin Fronteras (RSF) ha reclamado al gobierno británico que el proceso abierto contra Assange se concentre “específicamente en las acusaciones de orden privado” de las que ha sido objeto en Suecia y, “en ningún caso”, se convierta en un proceso contra Wikileaks.
El secretario general de la organización, Jean-François Julliard, ha hecho pública una carta abierta al ministro de Justicia británico, Kenneth Clarke, en la que solicita que se examine el caso de Assange “con toda la imparcialidad que se requiere e independientemente de todas las presiones gubernamentales exteriores”.
“Al parecer, las autoridades de algunos países pretenden obtener la condena del señor Assange o al menos evitar que continúe sus actividades, para frenar las revelaciones de Wikileaks, en menosprecio de la libertad de información”, prosigue la carta.
“Recordamos que Wikileaks ha realizado una útil labor haciendo públicas las gravísimas violaciones de los Derechos Humanos cometidas en nombre de la guerra contra el terrorismo durante el último decenio”, destacó RSF.
“Reporteros sin Fronteras ha condenado en varias ocasiones los bloqueos, los ciberataques y las presiones políticas contra el sitio Wikileaks”, aseguró. “Es, de hecho, la primera vez que constatamos un intento de censura a escala internacional de un sitio cuya vocación primera es la transparencia”, denunció.
Por ello, a juicio de Julliard, la Justicia británica debe “garantizar el respeto de los derechos de la defensa pese al clima de gran tensión que reina en torno a este caso” y el proceso “debe concentrarse específicamente en las acusaciones de orden privado de las que el señor Assange es objeto en Suecia”.
“En ningún caso debe tratarse de un proceso por las publicaciones de Wikileaks”, advirtió RSF, que recordó que el propio Julian Assange se entregó voluntariamente a la Policía, un “gesto buena voluntad” que “debe ser tenido en cuenta durante el examen del expediente”.
El apoyo a la labor de Assange al frente de Wikileaks también viene por parte de la prensa de su país de origen, Australia. En un artículo publicado este miércoles por la prensa australiana y titulado “No maten al mensajero por revelar verdades incómodas”, Julian Assange ha podido defender la divulgación de documentos confidenciales de Estados Unidos por considerar que es necesaria para ejercer una función de control sobre los gobiernos.
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