Sobre ruedas con Ghaita El Jarraz, la atleta que no puede ser campeona de España por culpa de un papel
Cuando era una niña que corría sin parar por las calles de su pequeño pueblo cercano a Tetuán, en Marruecos, poco podía imaginar que apenas unos años después lo haría en pistas profesionales y con el escudo del FC Barcelona en el pecho.
Se trata de Ghaita El Jarraz, una de las mayores promesas del deporte riojano actual. Con apenas 20 años, sus marcas deportivas le han llevado a lo más alto, siendo la primera mujer de La Rioja en fichar por el club catalán, uno de los más potentes del panorama nacional. A bordo de un Mercedes GLE, Ghaita nos acompaña en nuestra ruta sobre ruedas para contarnos sus sueños, los que están por llegar y los que ya ha cumplido sin siquiera haberlos soñado.
Llegó a La Rioja con apenas seis años y fue en una excursión con su colegio a la pista del Adarraga con once cuando el atletismo se cruzó en su vida. Su profesor de Educación Física, que veía el potencial en ella, aprovechó esta visita para ponerle en contacto con su actual entrenador, Héctor Barrasa, y animarle a dar un paso adelante. Lo que comenzó con un entrenamiento semanal, se ha convertido ahora en el eje de la vida de esta joven riojana.
Sin perder la sonrisa, nos cuenta cómo un papel está limitando su palmarés deportivo. A pesar de llevar 13 años viviendo en España y haber pedido la nacionalidad hace tres, todavía no se le considera española y, por tanto, muchos de sus éxitos se ven limitados. Esta condición le ha impedido participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018 en Buenos Aires o en el mundial de Kenia de ese mismo año, a pesar de contar con las marcas necesarias para ello.
“No lo voy a negar”, confiesa, “esa espinita la tengo ahí. Ahora voy a muchas carreras sabiendo que no podré subir al podium y que mis marcas no contarán porque hay un papel que me lo impide”. A pesar de todo, y aunque a veces se lo juega todo en una carrera por no poder correr la final en campeonatos de España, esta joven atleta no pierde la sonrisa y la ilusión. El atletismo no deja de darle alegrías y sus marcas no dejan de mejorar.
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