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¿Subes fotos de tus hijos a internet? Los peligros del sharenting

¿Subes fotos de tus hijos a internet? Los peligros del sharenting

Rioja2

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El 23 % de los niños y niñas tiene presencia en línea incluso antes de nacer porque sus padres publican imágenes de las ecografías durante el embarazo, según una encuesta elaborada por la firma de seguridad informática AVG en 10 países, entre ellos España.

El 81 % de los niños está en internet antes de cumplir los 6 meses. La cifra sigue aumentando en los primeros años de la infancia.

Este fenómeno, aparentemente normal en nuestro día a día en las redes sociales, que consiste en documentar las primeras sonrisas, palabras, pasos o anécdotas de nuestros hijos en las redes sociales responde al término de “sharenting” -un anglicismo que proviene de share (compartir) y parenting (paternidad). Y tiene sus riesgos y consecuencias en los menores.

Laura Davara, profesora del Máster en Protección de Datos de UNIR y autora del 'Libro definitivo sobre redes sociales: claves para padres y educadores', explica en qué consiste esta práctica y qué riesgos deben evitar los familiares

“Es un fenómeno que está muy de moda y que consiste en que los padres, bueno, en realidad todos los familiares, suben fotos a internet de los niños y niñas. Por supuesto, sin su consentimiento y esto genera una huella digital en los menores que muchas veces no es positiva y puede conllevar problemas”, detalla.

Foto: Laura Davara

Y matiza que estos problemas pueden darse, tanto en el futuro como en el presente. “Efectivamente, se ha creado una huella digital que el niño o niña no quiere. Luego, cuando tiene 14, 15, 18 años, teclea su nombre en Google y se da cuenta de que hay muchísimas imágenes, por ejemplo, de su primer baño, fotos suyas desnudo, en situaciones de más intimidad...”, indica, insistiendo en que “es una huella digital imborrable, aunque haya maneras de gestionarlo un poco. Pero internet tiene memoria”.

Y sin mirar a largo plazo, alerta de que son imágenes “que nos pueden parecer tiernas como padres o como familiares, pero que luego haya una persona detrás de la pantalla que no las está mirando con ojos tiernos, sino de pederastia, de pornografía”.

Esta experta detalla que “los pederastas y creadores de sitios de pornografía se crean infinitas cuentas en redes sociales y tienen códigos que conocen entre ellos. Si ven una foto susceptible de ir a ese foro, por ejemplo una de un niño desnudo, o con un pañal, o en el primer baño en el mar... Se ponen esos códigos que aparentemente son inofensivos para que no les puedan bloquear. Hace no mucho era CP, que viene de Club Penguin. Fíjate, de asociar un contenido absolutamente infantil a eso. Luego ellos buscan por ese hashtag y descargan las fotos que han subido los padres o familiares”.

“Y yo entiendo que se diga, hombre, el que lo está haciendo mal es el del foro de pornografía. Y sí, por supuesto, pero tú no puedes controlar cómo actúa el resto del mundo, puedes controlar cómo actúas tú. Sabiendo, claro está, que se puede y se debe denunciar, que es un delito. Pero además, no les des material, no subas fotos de ese tipo de tu hijo jamás. Jamás. A ningún sitio”, aconseja Davara.

¿Sucede de forma especial este fenómeno del 'sharenting' en alguna red social? Porque en Whatsapp es raro el grupo familiar o de amigos en los que no aparecen fotos de hijos, sobrinos, nietos..., con cierta frecuencia.

“Se ve en todas. En Whatsapp efectivamente lo comparte todo el mundo y además hay una creencia errónea de que Whatsapp no es red social, cuando sí lo es al 100%. Se puede pensar 'como los estados duran 24 horas, como los stories de Instagram'... Aunque dure un segundo, ya le han hecho una captura de pantalla y ya lo tienen de por vida”, apunta la profesora de UNIR.

Y avisa de que “hay creencias erróneas, como con los mensajes temporales de Whatsapp, que son recuperables... Whatsapp hace muy bien su marketing, pero el riesgo está ahí”.

“Ahora por ejemplo se sube mucho a una aplicación que está muy de moda, BeReal. Presume de fotos sin filtros y te da un tiempo concreto para subir lo que estás haciendo. Y yo cuando la veo digo ¡ojo, cuidado! Porque si ya muchas veces subimos sin pensar, si encima lo hacemos con prisa y a contrarreloj, subimos sin pensar por mil. Y subimos una foto de nuestro hijo como esté, como salga y sin pensar”, indica esta experta.

La sobreexposición en redes sociales es clave en casos como los de los influencers, que no dudan en subir contenido junto a sus hijos en muchas ocasiones. Davara explica que “está comprobado que una publicación en la que salga un niño tiene cinco veces más 'engagement', o sea, más éxito, que una en la que no salga un niño. Y claro, el 'influencer' lo que busca es que su publicación tenga éxito”.

Pero la docente de UNIR descarta atribuirles demasiada influencia en la población en general. Y es que, recuerda, esto pasa a la mayoría debido a lo que se ha denominado 'tiranía del like'. Se sube lo que se ha comprobado que funciona en términos de obtener más 'me gusta' de la gente. “Es esa sociedad del like más que los influencers, el querer mostrar que mi hijo es perfecto. Yo cuando veo a un bebé con filtro, es que no puedo con ello. Tenemos un problema”, afirma.

Protección legal

¿Y existe una protección legal para esos menores? “Sí, existe una protección a nivel legal. No hay ninguna Ley del 'sharenting' como tal, pero existen varias leyes que, de manera indirecta, regulan esta cuestión. Utilizar fotos sin consentimiento del titular conlleva una pena en el Código Penal. Está la Ley de Derecho al Honor, a la Intimidad y a la propia imagen, la Ley de Protección de Datos Personales...”, explica Davara.

Y añade que “por supuesto está el derecho al olvido. El menor puede pedir que se eliminen esas fotos suyas de Google o de los buscadores de redes sociales. Y a partir de 14 años, el menor puede prestar el consentimiento para el tratamiento de sus datos personales. Ahí hay un cambio muy claro, a partir de esa edad”.

“Luego hay sentencias que se han pronunciado diciendo que el consentimiento de imágenes en redes sociales de los menores tiene que ser prestado por ambos progenitores...Ya se va viendo incluso en la jurisprudencia cómo el tema de la imagen es tan importante que exige que los dos progenitores estén de acuerdo”, aclara la docente de UNIR.

En España no le consta ningún caso de algún menor que haya denunciado posteriormente a sus familiares por subir estas imágenes sin su permiso, “pero conozco un caso en el que una chica, al cumplir los 18 años, denunció a sus padres porque habían estado subiendo fotos prácticamente a diario desde que nació. No se ha resuelto, pero claramente le van a dar la razón, porque este nivel de sobreexposición es absolutamente desproporcionado”.

Consejos a las familias

Davara pide a las familias que se formen para evitar estas consecuencias negativas de la exposición de los niños y niñas en internet. “Cada vez que doy una charla a padres me dicen, 'jo, Laura, si yo hubiera sabido esto...' Si yo ya sé que no hay mala intención. Pero si no son conscientes de lo que implica esto, que se formen. Que vayan a su colegio y pidan una charla. Porque cuando vamos a la práctica de fijarse si en la foto hay un hashtag que no conoces, o un comentario un poco raro... Mirar a ver si hay que bloquear a alguien, eliminar la foto...”, detalla.

También aconseja hacer 'egosurfing' con cierta frecuencia, que supone “buscar qué hay de ti en buscadores de internet como Google y redes sociales”. “Es una práctica más que recomendable”, apunta Davara.

La profesora de UNIR recomienda hacer “búsqueda inversa, que te permite ver si tu foto se ha utilizado en otros sitios”. Por supuesto, también denunciar cualquier cuestión ilegal que podamos detectar.

“Y desde luego, antes de subir una foto, no la mires solo con tus ojos. Míralo mal, a ver si alguien con mala intención puede sacar algo malo de esa foto. Porque no todas las fotos son iguales. Así que, por un lado, sentido común, y por otro, formarte, porque el conocimiento es lo que te da poder para actuar”, concluye Davara.

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