Tapian una residencia de mayores inactiva para que deje de colarse gente

La semana pasada comenzaron los trabajos de cierre y tapiado de una residencia de mayores en Logroño. El Ayuntamiento de la capital riojana ha tomado esta decisión tras las constantes llamadas de vecinos de la zona de Río Lacalzada (entorno de la gasolinera Las Gaunas y calle Diego de Velázquez) alertando de la presencia de intrusos dentro del recinto, que obligaban a personarse a la policía. La parcela fue adjudicada a la empresa Olarreta Gestiones en 2003 para construir un centro para personas de la tercera edad, que, a pesar de haber sido construido, nunca ha entrado en funcionamiento.

Las labores de los operarios se centran en cerrar puertas y ventanas, desbrozar y adoptar las medidas de seguridad oportunas. Al igual que ocurre cuando un solar se encuentra abandonado por una empresa o un particular, el Consistorio logroñés asume el coste de los trabajos (rondan los 15.000 euros), aunque luego se le reclame a la compañía propietaria de la parcela.

No es la primera vez que esta residencia de mayores centra la atención de la Administración. En el mes de febrero impuso una sanción de 50.000 euros a la mercantil Olarreta Gestiones por el retraso acumulado inicial en las obras (superior a un año) y porque, a pesar de haber construido el edificio, no ponía en marcha la actividad para la que fue adjudicada la parcela. A esta multa habría que sumarle, además, 59.000 euros que la empresa debe a las arcas públicas por no haber pagado durante años el canon concesional por la cesión del solar, cuyo coste ascendía a 9.300 euros anuales.

En el caso de que la empresa no pagara sus deudas, tanto la multa como la del canon, el portavoz del Ayuntamiento de Logroño, Miguel Sáinz, apuntó ya en febrero la posibilidad de que, por parte municipal, se recupere el solar y el edificio. En ese caso habría que reintegrar a la empresa parte del coste de la construcción. Los deseos del Consistorio, sin embargo, van porque Olarreta Gestiones pague e inicie la actividad, debido a las dificultades que entraña poner en el mercado ese edificio ya construido.