Tensión en el Museo de La Rioja: ocho trabajadores denuncian un “ambiente laboral irrespirable”

Ocho empleados del Museo de La Rioja han pedido amparo al Gobierno de La Rioja ante el “ambiente laboral irrespirable” que se está generando en su entorno de trabajo, según explican, y del que hacen responsable a una parte de los trabajadores del museo. El Ejecutivo regional ha reconocido a Rioja2 la existencia de un proceso de resolución de conflictos interpersonales en el trabajo, por parte del servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de Función Pública.

Como indican en un escrito al que ha tenido acceso Rioja2, los trabajadores que sufren los “ataques” por parte de la actual dirección del centro y la otra parte de la plantilla son “precisamente los protagonistas de haber denunciado con anterioridad ante esta Consejería las graves deficiencias existentes en el Museo”.

En concreto, denuncian “falsas acusaciones, dejación en sus funciones, difamación del centro, incumplimiento de horario y consentimiento de actuaciones impropias a otros compañeros nuevos con el fin de ponerlos en contra de la dirección”.

También critican que se acumulan “de forma intencionada” tareas urgentes y prioritarias y simultáneamente se vacían de contenido “las verdaderas responsabilidades, para minar el ánimo de los trabajadores”.

Además, ponen en conocimiento de la Consejería que se sienten “vigilados constantemente por la otra parte de la plantilla, así como por un vigilante externo” y que han sido “amenazados” con ser vigilados por cámaras y alarmas.

“Dado que el control del reloj y de las grabaciones de cámaras y los desalarmes están en manos de la parte de la plantilla que intenta conseguir pruebas para desacreditarnos, nos sentimos indefensos y solicitamos que todas esas funciones de control se dirijan directamente desde la Secretaría General Técnica”, añaden.

Por último, solicitan amparo por parte de esa Secretaría, “dado que la dirección ha generado ya un apercibimiento escrito a un trabajador, faltando absolutamente a la verdad” y se sienten “indefensos” ante la posibilidad de que “se inventen acusaciones arbitrarias que tendrían graves consecuencias”.

Desde el Gobierno regional han declinado hacer declaraciones, por respeto a la privacidad de los implicados y al propio proceso en marcha.