Todos los partidos, excepto el PP, apuestan por un cambio de modelo sanitario

Partido Socialista, Partido Riojano, Izquierda Unida, UPyD, Ciudadanos, Podemos, Equo-Los Verdes y Partido Comunista de los Pueblos de España. Todos quisieron atender ayer a la invitación de la Marea Blanca para participar en una mesa redodan sobre la situación de la sanidad en La Rioja. Todos, excepto el Partido Popular. En su lugar, una silla vacía.

La invitación se hizo extensiva a todos por igual, el pasado 13 de enero. Días más tarde, el 4 de febrero, un miembro de la Marea Blanca acudió a la sede popular para solicitar una respuesta y la obtuvo al día siguiente a través de un correo electrónico. El secretario general del partido, Carlos Cuevas, afirmaba en esta misiva que el PP no podía participar en un encuentro “que surge de una premisa errónea. No es cierto que en los últimos años el servicio de salud se ha deteriorado de manera preocupante. Al contrario, desde que el PP gobierna, el servicio ha mejorado notablemente”. En sus explicaciones, Cuevas habla de más profesionales, instalaciones más modernas y mayor prestación de servicios. Asegura además que el PP siempre elabora su programa contando con la sociedad riojana y así lo hará en la próxima cita y tiende la mano a la Marea para que aporte sus sugerencias en materia sanitaria.

Y la Marea recoge el guante. Respondió esta comunicación alegando que “esta forma de proceder es la que indigna a la gente y antes o después tendrá consecuencias”. Además, han hecho un llamamiento a la ciudadanía para acudir el próximo martes 24 a las 19 horas a la sede del Partido Popular, en la calle Duquesa de la Victoria, “para que nos expliquen lo que no han querido explicar aquí. Se nos desprecia continuamente y ya va siendo hora de que esto no salga gratis”.

Visión y propuestas de cada partido

Por lo demás, el acto de ayer sirvió para conocer algunos detalles de las políticas sanitarias que defiende cada partido político. Aunque la mayoría coincide en sus críticas a la gestión sanitaria del gobierno actual, en algunos casos difieren en los argumentos.

Por parte de Izquierda Unida, Diego Mendiola incidió en la idea de que la vida de las personas no puede tener un precio. Apostó por un modelo público y gratuito para todas las personas “sin excepción”, utilizando los recusos públicos para mejorar los servicios, finnciar investigaciones o cubrir el personal necesario, “no para financiar a sus amigos ya su propio partido”. Otra de sus preocupaciones en materia sanitaria es el envejecimiento de la población en las zonas rurales. Considera que las políticas deben prestar especial atención a este asunto.

Jesús David García, de Ciudadanos, entiende que hay que hacer “cambios profundos para conseguir que la sanidad sea sostenible”. Para ello sienta los pilares fundamentales en la transparencia y la rendición de cuentas, “viendo en qué se gasta cada euro y optimizando al máximo los recursos”. En su opinión, “no podemos decir que tengamos una mala sanidad pública pero no tiene sentido la enorme diversificación de centros, fundaciones e instalaciones privadas en un territorio de 300 mil habitantes”.

Equo pone el acento en el documento elaborado por la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública donde se recogen todos los problemas y soluciones detectados en la sanidad riojana. Su representante, José Manuel Zúñiga, considera que la rezonificación sanitaria fue una clara muestra de “las mentiras” del Partido Popular. Considera que la presión la deben ejercer los ciudadanos y apuesta por un cambio profundo en la sociedad con menos contaminación y ritmos más tranquilos para que nos sean necesarios tantos recursos sanitarios.

El regionalista Miguel González de Legarra fue uno de los más aplaudidos por su reconocido activismo en esta materia. El líder del PR+ se refirió una vez más a “un expolio concienzudamente premeditado desde la recepción de las transferencias sanitarias en 2001”. De cara al futuro, apuesta por la revisión de todos los contratos de privatización y por “ser rigurosos con las incompatibilidades de los médicos para que no se dé el auténtico mamoneo de que un jefe de servicio del Hospital San Pedro, atienda también en una clínica privada”.

UPyD considera que las reformas se deben afrontar mediante modificaciones legales. Su representante, Alfredo Rodríguez Perea, asegura que “aunque el PP pase a la oposición y quitemos a Mari Luz de los Mártires, continuará el problema de la sanidad riojana”. Ante eso, apuesta por devolver las competencias “porque el Estado debe ser la máxima autoridad para evitar que ocurran barbaridades como cuando hace dos años no se permitía a los pacientes de La Rioja Alavesa venir al Hospital San Pedro”.

Carlos Martínez, del PCPE, recuerda que la sanidad es un derecho y no un servicio que pueda ser negociado. “La sanidad mueve ocho veces más dinero que el sector del automóvil, es un pastel que muchos se quieren repartir”. Sus propuestas pasan por derogar los conciertos sanitarios y, si es necasario, “expropiar incluso a esas clínicas que se llevan a los pacientes”. Plantean la creación de un instituto farmacéutico estatal y la total incompatibilidad del personal entre el sistema público y el privado.

El siguiente en intervenir fue Julián Olagaray, en representación del PSOE. Tras recordar los recortes y las políticas populares que incluso han dejado a los inmigrantes sin cobertura sanitaria, hizo un llamamiento a la esperanza: “esto puede cambiar y podemos dar la vuelta a la tortilla, pero vamos a tener pocas oportunidades para hacerlo y no hay que fallar el tiro”. En cuanto a sus propuestas, los socialistas plantean la eliminación del copago farmacéutico y la recuperación de los servicios privatizados, con la correspondiente recuperación de empleo público. “Podemos encontrar dificultades para acabar con los contratos, pero también podemos hacer la vida imposible a la empresa”, afirmó Olagaray.

Por último, Juan Calvo, en representación de Podemos, planteó medidas en la misma línea: atención sanitaria sin exclusiones, eliminación del copago en los medicamentos, acabar con los procesos de privatización y, como novedad, implantar la libre elección de médico y centro de salud. Además, su partido apuesta or echar atrás el TTIP “que sin duda va a mermar los derechos de los ciudadanos y va a favorecer a las grandes empresas farmacéuticas”.

Para terminar la sesión, algunos aprietos para los políticos en el turno de ruegos o preguntas como cuándo se solicitó su postura sobre el futuro de las Fundaciones y su personal, o cuando Olagaray no supo salir al paso para defender su postura en defensa del ciudadano cuando su partido apoya el Tratado de Libre Comercio. También por parte del público una advertencia: “No penséis que con acertar en el voto esto se resuelve, como ciudadanos, estaremos detrás de vosotros para ver si cumplís con lo que hoy estáis diciendo”.