Un espacio donde compartir la pasión por la lectura
Estos días en la Biblioteca de La Rioja la actividad es frenética. Son numerosas las actividades organizadas en torno al Día del Libro, que este año, además, celebra un aniversario muy especial: el 400 aniversario de la muerte de uno de nuestros escritores más universales, Miguel de Cervantes.
Y es que la intención de este centro es no sólo prestar servicio de préstamo de libros y material audiovisual sino también ser un punto de encuentro en torno a la lectura porque, como explica su director, Jesús Ángel Rodríguez, “venir a la biblioteca es un acto de compartir”.
La biblioteca, como parte de la red de bibliotecas públicas del Estado, está reivindicando este año la figura de Cervantes, en una campaña nacional que, contra la creencia popular, no tiene nada que envidiar a iniciativas similares llevadas a cabo en Inglaterra para reconocer el papel de Shakespeare, fallecido en el mismo año que el escritor español. Es la opinión de Rodríguez, quien, eso sí, reconoce que “es complicado reivindicar la figura de alguien que vivió hace 400 años en un mundo presidido por la tecnología”.
ACTOS DEL DÍA DEL LIBRO
Así, los que estos días se han pasado por el centro ubicado en la calle La Merced de Logroño han podido disfrutar con encuentros de literatura infantil, talleres de escritura, recitales de poesía, espectáculos teatrales y visitas guiadas.
Además, hoy, en colaboración con la Universidad Popular, tendrá lugar un taller para acostumbrar a los niños a la sonoridad de otros idiomas, en este caso, el chino mandarín, y también una representación teatral del relato de Bernardo Sánchez: 'La efímera aventura de Don Quijote con cierto león dormido', a cargo del juglar Bruno Calzada.
Así mismo, hasta el 25 de abril la biblioteca acoge una exposición de libros científicos del Fondo Antiguo y otra de obras de Cervantes publicadas a lo largo del tiempo en diferentes formatos.
La biblioteca no para. Este mes, además, han comenzado una interesante iniciativa: Te reto a leer. Cada mes lanzarán un reto a una persona, que deberá elegir un libro sobre una temática propuesta y comentar sus avances en las redes. La escogida ha sido Amparo Castrillo, directora de la Universidad Popular, que ha elegido 'Los libros repentinos', sobre el tema 'Libros sobre mujeres en crisis'.
“Es una forma de crear comunidad, fuera de la biblioteca e incluso fuera de La Rioja. El reto de las bibliotecas del siglo XXI es salir a la calle y a otros espacios, modificando los espacios existentes”, explica Rodríguez.
¿LOS RIOJANOS LEEMOS?
La Biblioteca de La Rioja cuenta con 36.549 usuarios adultos y 7.663 infantiles y la media de préstamos es de 22.793 mensuales, con lo que la conclusión, para su director, es clara: “la gente lee y los libros se mueven mucho”, sobre todo, por parte de “un colectivo importante de usuarios que son fieles e, incluso, demandan que se compren determinados libros”.
A esto Rodríguez añade el intenso uso de la sala de lectura y el amplio programa de actividades culturales que se organizan en la biblioteca y en otros espacios de la región. “Logroño es una ciudad en la que hay mucha actividad, eso es síntoma de que nos movemos y nos interesamos por la cultura. Estamos peleando por hacer de Logroño una ciudad más cómoda para vivir y más libre”.
Y en esa apuesta, la biblioteca se erige como una opción para los amantes de la lectura que buscan, además, “un espacio para compartir”. “Venir a la biblioteca es un acto social de compartir, relacionarte y ver lo que te ofrecemos aquí. Puedes interactuar con otros lectores, con el bibliotecario, en las redes sociales...fortaleces una red y te sientes acompañado, en un espacio que, además, es tuyo”.
Sin embargo, el papel de las bibliotecas ha ido más allá con la crisis. “Vemos mucha vulnerabilidad social. Tenemos gente desde las 8:15 horas de la mañana esperando a que abramos porque necesitan un lugar donde estar. Aquí hay calor, pueden leer el periódico, acceder a internet. Somos esa puerta abierta para que esta gente acceda a recursos que no tienen”.
Entre los retos pendientes, esquivar el envite que supone la piratería, especialmente en el sector audiovisual -“hemos notado que ha bajado mucho el préstamo de películas y DVD”- y lograr atraer a lectores adolescentes. “Los niños vienen con sus padres pero después dejan de venir. Cuesta ver a gente joven por aquí”.
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