Un nuevo seismo de 7,1 daña la central nuclear de Onagawa
La de Onagawa es la central nuclear más vieja de Japón y, aunque nadie lo esperaba, un nuevo terremoto de intensidad 7,1 sacudió la provincia de Miyagi nuevamente donde se encuentran ubicadas sus instalaciones. Por el momento no se han detectado problemas de radioactividad, pero los responsables de la central han advertido del riesgos de filastraciones.
La planta de Onawaga perdió el suministro eléctrico al instante de producirse el terremoto, en concreto tres de sus líneas externas. En ese momento comenzaron a trabajar los equipos de emergencia que consiguieron refrigerar las piscinas con el suministro restante. No en vano, esta central permanece sin actividad desde el gran terremoto del pasado 11 de marzo, dado que sufrió graves problemas que a diferencia de los de la planta de Fukushima-1 pudieron ser resueltos.
La situación, por tanto, es de un sólo generador de los tres que deberían estar funcionando para la refrigeración. A ello se unen los trabajos en Fukushima-1, que con el nuevo temblor no ha sufrido nuevos daños y cuyos niveles de radioactividad son normales.
Otras plantas también registraron problemas tras este nuevo seismo. Es el caso de Higashidori, en Aomori que, como la de Onawaga, se quedó sin suministro eléctrico en los primeros minutos y tuvo que recurrir a los generadores de emergencia. La misma situación se repetió en Rokkasho.
Por último, otras instalaciones nucleares como Tokai o Fukushima Daiini no han registrado problemas.
Japón revive el 11- M
El terremoto del jueves, casi un mes después del que ha dejado tras de sí una estela de más de 12.000 víctimas mortales y más de 15.000 heridos, dejó al menos dos muertos y 132 heridos. Sacudió la misma zona afectada por el gran terremoto , pero con menor intensidad, 7,1 grados en la escala de Richter. Y, a pesar del envio de alerta de tsunami, éste al final no llegó a producirse con lo que se retiró.
Curiosamente este movimiento ha tenido el mismo epicentro que el anterior. La zona y la profundidad son las mismas que en la otra ocasión y, de nuevo, volvió a sentirse en Tokio. Quienes residen en la capital japonesa cuentan que el terremoto de ayer fue especialmente intenso por su duración a pesar de que Tokio es una ciudad donde a diario se registran seismos de pequeña magnitud, que no interrumpen la actividad normal de los japoneses.
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