Ventosa celebra este sábado su danza a la Virgen Blanca
Ventosa celebrará este fin de semana sus fiestas de la Virgen Blanca. En concreto, las fiestas comienzan el viernes 5 de julio y finalizan el lunes 8 de julio, celebrándose el sábado 6 la festividad de la Patrona. A las 12:00 de este sábado, 6 de julio, también tiene lugar la Danza en honor a la Virgen Blanca.
Se trata de una de las Danzas mas singulares de La Rioja, y pese a no poderse conocer con precisión su origen, si se puede afirmar que es una de las expresiones folclórico-históricas mas antiguas y mejor conservadas de La Rioja.
La Danza de Ventosa se ha celebrado año tras año durante siglos siendo su origen un suceso milagroso: el intento de robo por parte de los “Navarros” de la Virgen que se hizo la pesada y no pudieron llevársela. Este “hecho milagroso” es narrado en el retablo lateral cuya advocación es la de la Virgen Blanca.
Es un retablo barroco, fabricado el año 1618, presidido por la talla de la Virgen y con cinco escenas talladas que, como si fueran un cómic o tebeo, cuentan la historia de los navarros saqueando Ventosa y el castigo de la Virgen al capitán al mando de la expedición.
Es un retablo único, no conociéndose en La Rioja ningún otro ejemplo en el que se haya plasmado artísticamente en un retablo de iglesia un suceso de nuestra historia regional.
Respecto a la Danza, su característica fundamental es la sencillez pero que exige un gran esfuerzo físico; los danzadores bailan durante una hora sin descanso bajo el sol del mediodía de julio dando la cara durante todo el recorrido a la Virgen Blanca.
La vestimenta de los danzadores le da gran vistosidad y colorido, siendo diferente la del “Cachiberrio” que en vez de castañuelas de tamaño normal utiliza unas de gran tamaño, lo que le permiten marcar el ritmo de la danza.
Los danzadores se ponen por parejas formando una hilera de manera que los más antiguos estén mas cerca de la Virgen y los que menos tiempo llevan danzando son los últimos, al final del todo se coloca el cachiberrio. La Danza se inicia dando a la vez los danzadores tres saltos, momento en el que comienza a sonar la dulzaina.
Los danzadores balancean las piernas a un lado y a otro sin cesar, durante un trecho llano. Cuando se inicia la bajada de la llamada “Cuesta de los Danzadores” se cambia el ritmo de la música y el paso de la danza.
Sin parar prácticamente, los danzadores giran sobre sí mismos cuesta abajo y cuesta arriba hasta que finalizan en el lugar donde, según la tradición, la Virgen se hizo la pesada para que los navarros no pudieran llevársela de Ventosa.
Continua el recorrido de la danza por la calle Mayor y volviendo a cambiar de ritmo asciende por las calles San Roque y Santa Isabel hasta llegar de nuevo a la Iglesia, donde cesa la música y los danzadores siguen a ritmo de castañuelas.
Dan varias vueltas alrededor de la imagen, que ya está en un pedestal, saltando cada vez que se encuentran hasta que poco a poco se van retirando todos excepto uno, el cual salta ante la imagen una y otra vez hasta llegar casi a la centena.
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