Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

“Casado cree que generando crispación en torno al 11-M puede tener un mejor resultado electoral”

Eulogio Paz en la puerta de la sede de la Asociación 11-M, que preside. / Olmo Calvo

Sofía Pérez Mendoza

Eulogio Paz (1952, Ciudad Real) se sabe de memoria cuándo saldrá de prisión cada uno de los condenados por el 11-M. Los enumera por fechas sentado en un pequeño despacho desde el que trabaja desde 2016 como presidente de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo. La sede está en Santa Eugenia, muy próxima a la estación donde estallaron algunas de las bombas hace ahora 15 años. Su hijo Daniel fue uno de los asesinados. Tres lustros después, Paz dice que hay víctimas que se han recuperado pero otras muchas “han visto agravadas sus secuelas”.

El aniversario del ataque terrorista le ha vuelto a poner encima el foco mediático. “Estamos volviendo a hace diez años”, lamenta al ser preguntado por el líder del PP, Pablo Casado, que esta semana ha pedido conocer “toda la verdad” sobre lo ocurrido “si hay alguien que la está ocultando o mercadeando con ella”. “Posiblemente quieran buscar votos, ahondar en la división que ha creado la teoría de la conspiración, que con el paso del tiempo y la sentencia se ha podido ir reduciendo”, lamenta.

¿Cómo están las víctimas, quince años después de los atentados?

Hay víctimas que siguen teniendo secuelas y necesitan ayudas médicas y de otro tipo: muchas han perdido el trabajo, tienen problemas para pagar la luz, el agua.... Este año hemos hecho 1.000 terapias en nuestra asociación. Al cabo de 15 años algunas víctimas se van recuperando y otras han visto agravadas sus secuelas. En estas fechas además ha habido recaídas; siempre las hay, porque los aniversarios remueven un poco.

¿Tienen casos de víctimas que están peleando por que se les reconozca ese agravamiento del que habla?

Tenemos algunos por resolver, sí. En general, es difícil en algunas situaciones demostrar que las enfermedades que se desarrollan, o se agravan, son un efecto de los atentados y sus consecuencias. Yo, por ejemplo, al poco tiempo de los atentados tuve que operarme de cataratas de los dos ojos. Algunas de las solicitudes se han aceptado; otras se han rechazado.

15 años después, ¿cree que la sociedad ha digerido lo que pasó?

Si por digerir se entiende asumir lo que realmente pasó, lo que defendemos, creo que no. Lo hemos visto esta semana cuando ha rebrotado la historia de la conspiración. Yo diría que la digestión no se ha hecho por las intoxicaciones que ha habido. Hay personas que no admiten lo que pasó y las consecuencias, y que se mueven mejor en el terreno de negar la autoría del terrorismo yihadista, de especular... con tal de no admitir lo ocurrido. Los hechos probados. Todo esto generó una profunda división en la sociedad española.

¿Esa división de la sociedad se mantiene hoy?

Totalmente. Y esta semana, por ser un número redondo de aniversario, se intuía que iba a haber un recrudecimiento de las teorías de la conspiración. Esto ha sido una historia continua. La división ha estado ahí durante diez años, desde el punto de vista político y en los medios de comunicación. Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos han mantenido estas teorías un día sí y otro también. Para mí, la gran apuesta política del Pedro J. fue el 11-M y también fue su gran fracaso. Siempre había una forma de ir alimentando porque había intereses políticos y económicos.

Habla de construir un “relato objetivo” del 11-M. ¿Por qué hay que construirlo si hay una sentencia de 2007 que prueba que los atentados fueron cometidos por una célula yihadista?

El PP perdió en 2004 unas elecciones y deslegitimó al Gobierno porque entró, según ellos, a raíz de los atentados. Es verdad que al principio había confusión y puedes creer que ha sido ETA, pero si como dirigente te das cuenta de que te has equivocado, paras. El tema es que había que ganar las elecciones. Al final se pierde y fracasa, y eso lleva a no querer reconocer lo que pasó. Para mí, el Gobierno de Aznar no supo estar a la altura en un momento determinado, perdió y tuvo la necesidad de mantener la situación en el tiempo. Y en eso estamos.

¿Cómo definiría la comunicación del Ejecutivo del PP los días posteriores al 11M?

No fue un desastre o fatal porque eso sería decir que fue algo involuntario, pero fue algo tendencioso. Fue una manipulación y una mentira. Acebes ya sabía el 11 de marzo a las seis de la tarde que había pistas sobre la autoría que no conducían a ETA, se mandaron telegramas a las embajadas cuando en algunos sitios había reivindicaciones yihadistas... Luego las teorías fueron infinitas: que había una conspiración con los socialistas, con los policías simpatizantes del ministro del Interior. Como si casi el jefe de los Tedax o el comisario de Vallecas hubieran fabricado las bombas en la cocina de su casa.

Son las teorías que se articulan, venden y propagan, muchas en torno a la autoría intelectual. En los círculos de poder de La Moncloa cuentan que se decía: como haya sido ETA, ganamos las elecciones; como hayan sido los yihadistas, las perdemos. En esos tres días se miente a manos llenas. El Gobierno de Aznar tiene una responsabilidad que asumir por aquello.

¿Este relato ha tenido un impacto importante en la sociedad?

Quizá no sea muy grande. Pero se hace sonar. Ahora un dirigente político que casi acaba de nacer se agarra a las teorías de la conspiración. Que se agarre Aznar, Acebes y Zaplana... ¿pero que Casado lo haya rescatado para su estrategia? Estamos volviendo a lo mismo que hace diez años. No sé si son muchos o pocos, pero si el PP tiene x militantes, esa podría ser una medida de la cantidad. Aunque haya gente que no se lo trague.

Este año el 15 aniversario ha coincidido con la campaña. En 2004, quedaban tres días para las elecciones, hoy un mes. ¿Encuentra similitudes en las reacciones de los políticos de entonces y ahora?

Los políticos, teniendo en cuenta que hay campaña, han puesto el punto de mira en el 11M. Sí se ha visto y sobre todo por parte del PP, que ha rescatado la teoría de la conspiración.

¿Por qué el líder del PP, Pablo Casado, ha apelado a conocer “toda la verdad” ahora, después de que el Gobierno de Rajoy abandonara, al menos públicamente, esa idea?

Posiblemente quieran buscar votos, ahondar en esa división, que con el paso del tiempo y la sentencia se ha podido ir reduciendo. Ahora, para rescatar votos vuelven a abrir la brecha. Igual consideran que creando esa crispación en torno al 11M pueden tener mejor resultado. Hay intereses electorales, evidentemente.

Hace un mes, no hace 10 años, el presidente de Melilla, Juan José Imbroda dijo que el PSOE entró al Gobierno por dos bombas, una la del 11M. Casado también pidió que se desclasifiquen los documentos después de que el PP ha gobernado durante ocho años. ¿Por qué no lo pidió Casado durante todos esos años?

María Dolores de Cospedal dijo en una entrevista en octubre de 2010 con El Mundo que si llegaba al Gobierno iba a ayudar a que se conociera toda la verdad sobre el 11M. Entiendo que en todos estos años en el poder han tenido tiempo para hacer cosas. Además, las relaciones en los últimos años del Gobierno del PP era buenas. Con Juan Ignacio Zoido, el exministro del Interior, nos reunimos varias veces y nos transmitió que no hay nada nuevo, que estaba todo claro.

¿Zoido dio por cerrado ante su asociación el caso?

Sí. La última vez que nos reunimos fue a raíz de que se encontró el informe que había elaborado en 2004 la Brigada de Análisis y Revisión de Casos (BARC) –creada por el Director Adjunto Operativo de la Policía, Eugenio Pino–. Nos dijo que lo remitirían al fiscal pero que no había nada en principio, que estaba todo claro. Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría... no quisieron seguir con esa dinámica, pero tal y como se han puesto los acontecimientos políticos, se ha vuelto a ella. Casado es un alumno aventajado de Aznar.

El candidato del PP a la alcaldía de Madrid, José Luis Martínez Almeida, criticó su discurso del lunes, en el acto de aniversario, por hacer “utilización partidista” de las víctimas.

Lo que les molesta no es lo que digo yo, sino la historia que yo cuento, que es el relato que queremos que quede para el futuro. No hay ningún insulto, puede haber alguna crítica. Que se hayan puesto así es una consecuencia de ese no digerir lo que pasó el 11 de marzo de 2004. Personalmente estoy muy tranquilo porque he dicho lo que tenía que decir. Y esa historia a algunos no le gusta escucharla, pues claro. Pero tenemos que pelear contra ese relato tergiversado, y este aniversario era un momento para hacerlo.

¿El PP podría hacer algo para repararles como víctimas?

Pidiendo perdón por su actuación. Aunque el perdón para mí es un concepto religioso, judeocristiano, que no es lo más importante. Pero creo que sí sería una bueña señal que el partido pidiera perdón, no tanto a las víctimas, sino a la sociedad por todo lo que ha hecho durante estos 15 años. Creo que eso sería una reconciliación con las víctimas y sobre todo con la sociedad, a la que divide y ha tenido dividida mucho tiempo. También nos repararía que respetaran los hechos probados, que no utilizaran el 11M para su campaña electoral, que abandonaran las teorías de la conspiración.

¿Se han sentido igual de respaldados por las administraciones que otras asociaciones de víctimas del terrorismo?

Nuestra asociación fue denostada al principio. Y ha habido diferencias. Es verdad que el atentado desbordó por la magnitud a la administración. Pero a raíz de nuestra lucha hemos ido levantándonos. Con el juicio, los hechos probados y que se va calmando la teoría de la conspiración, nuestra asociación va siendo más reconocida, más respaldada. Tenemos subvenciones del Ministerio del Interior, del Ministerio de Asuntos Sociales y de algunos ayuntamientos.

Cuando yo entré como presidente, tras la salida de Pilar Manjón, en junio de 2016, las relaciones con las administraciones, independientemente del color político, eran normales. También con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que nos concedió una ayuda económica por primera vez en 2016, con la entrada de Cristina Cifuentes. Con Esperanza Aguirre nunca había pasado. Fue un momento de acercamiento porque de alguna manera siempre habíamos sido sub, víctimas de segunda y aquí en la asociación las hemos pasado canutas.

¿Cómo es la relación con el Gobierno de Pedro Sánchez?

Hemos tenido dos reuniones con el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y este año convocaron un acto por el 15º aniversario al que asistimos por ser institucional. El Gobierno de Rajoy se comprometió en 2014 a crear un centro memorial y aún no lo hemos visto. Y a Sánchez se lo hemos reclamado. Y lo haremos al siguiente. Dentro de 50 años muchas víctimas y yo mismo habremos muerto, ¿y al final que nos queda? Pues solo el relato de la historia. También hemos estado hablando por el tema de la modificación de la Ley de Víctimas del Terrorismo. Presentamos alegaciones pero nos dijeron que estaba parado por la convocatoria electoral.

Una decena de condenados ya han cumplido sus penas de cárcel. ¿Cómo se sienten las víctimas cuando los verdugos abandonan la prisión?

Nosotros acatamos el estado de derecho. Claro que nos sentimos mal. Ha habido gente que ha salido ya, con todo el dolor de nuestro corazón. Ahora en junio sale otro, en 2022 saldrán otros. Y otros dentro de 40 años. Lo que nos preocupa es que las víctimas puedan encontrárselos, cruzarse con ellos.

¿Considera que se han depurado todas las responsabilidades penales por los atentados?

Nos atenemos a los hechos probados. Son unas condenas que nos pueden gustar más o menos, pero son las que hay.

¿Y las políticas?

Esos políticos que estaban en el Gobierno en 2004 sigue sin pedir perdón. Aunque ellos piensan que las asumieron porque perdieron las elecciones.

Etiquetas
stats