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Abrigo doble y mascarilla para ir a los exámenes de las universidades de Madrid

Los estudiantes se agolpan a la entrada de la facultad.

Víctor Honorato

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El acceso a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales, dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), seguía un poco accidentado el miércoles por la mañana, entre restos de nieve y placas de hielo. “Casi nos matamos bajando”, señalaba Elena a las puertas del edificio, donde este miércoles se reanudaron los exámenes aun cuando los efectos del temporal Filomena no han desaparecido del todo. Con una incidencia de 700 casos de covid-19 por 100.000 habitantes en la región, las universidades madrileñas han decidido seguir adelante con las evaluaciones presenciales pese a las protestas de los estudiantes.

Para evitar contagios, en las aulas de examen se iban a dejar las ventanas abiertas, y los alumnos se preparaban para el frío, menor que la semana pasada pero aún considerable, con tres grados a las 11.00 de la mañana. “Yo en el bolso llevo una bufanda y otra chaqueta, por si acaso”, decía Mireia antes del examen de Laboratorio de Física. A su lado, Elena ensayaba la manera de coger el bolígrafo con el menor desgaste térmico posible. “O se te queda la mano rígida o se te cae”, se temía, aunque esperaba que al pasar al aula le tocase más o menos por el centro, lejos de la ventana.

“Estamos cabreados”, reconocía Laura Quiroga, molesta por el frío y por la acumulación de gente. Si bien la universidad asegura que se garantiza la distancia de seguridad y sacrifica el confort para garantizar la ventilación, en un examen de 200 personas como este había amenaza de embotellamientos a la entrada. “Se hacen unas pelotas de 150 personas como si esto fuera un festival”, bromeaba al respecto Mario. También el transporte era motivo de quejas. Aunque los autobuses municipales fueron gratuitos del lunes al miércoles, la movilidad sigue sin estar totalmente recuperada. Cristian, que venía de Arganda del Rey, tuvo que hacer el recorrido en Metro en vez de en el bus interurbano que mejor le va. Irene tampoco pudo venir en Cercanías, como suele. “Yo vengo de Fuenlabrada y me da miedo el transporte público, con el montón de contagios que hay”, explicaba Mireia.

La conferencia de rectores rechazó el día 14 suspender los exámenes presenciales, con el aval de la Consejería de Universidades. “Alegan que la agencia de calidad, Madrid+d, no lo permite y se puede poner en riesgo la posibilidad de acreditar los títulos, pero Ni Madrid+d ni la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) se han pronunciado en ese sentido”, opone Nicolás Hernández, de la delegación de alumnos de la UPM. “Teniendo en cuenta las características de este curso, con muchísima docencia online, con asignaturas que han reducido la el número de alumnos a la mitad o a un tercio para ajustarse a los aforos de las aulas, la presencialidad para las fechas de exámenes podría suponer el doble de gente que un día normal”, calcula Enrique Ugedo, presidente en funciones de los delegados de la Universidad Complutense, que recuerda que la institución tiene 67.000 alumnos, la mayoría en el campus de Moncloa. “Ya costó mucho que las universidades no hiciesen presencial la convocatoria ordinaria del año pasado”, recuerda.

“En nuestro rectorado ha habido una falta de planificación tremenda”, critica por su parte David Martínez-Algora, portavoz del Consejo de Estudiantes de la Universidad Autónoma. “Nos dijeron que no se podían pasar los exámenes a online porque se tardaría dos semanas en preparar los servidores para que no se caigan Microsoft Teams y Moodle [las plataformas informáticas de llamadas y de aula virtual que usa la institución]”.

Alejandro Gutiérrez, delegado de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la UPM, protesta por lo que entiende una situación “incongruente”, en la que “el estudiantado no entiende nada”. “En un cuatrimestre que se ha enfocado de manera online, no es entendible que la evaluación sea presencial cuando en junio y julio se hizo online con una incidencia acumulada de covid menor de 25 casos por 100.000 y ahora estamos en 700”, opina.

Pese a las quejas, los exámenes se han reanudado, si bien la Autónoma los retrasó a la semana que viene —“el campus está casi en Alcobendas y está impracticable”, apunta el portavoz de los estudiantes— y la Complutense recomienda a las facultades hacerlo, según un comunicado del rector de ayer, salvo si les resulta “imposible la reorganización de su calendario académico o la transformación de las clases y exámenes al formato virtual”. Por el frío, no por el virus.

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