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El plan de ayudas al comercio local y la hostelería acaba de aterrizar y ya levanta las primeras suspicacias. Este jueves, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento ha aprobado la llamada Estrategia Integral de Fortalecimiento de la Actividad Comercial y Hostelera de la ciudad de Madrid 2025-2027, un estímulo a las políticas públicas para “adaptarlas a las nuevas realidades del sector” o planificar medidades que “fortalezcan su actividad”. Así lo presentó el martes el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, cuya administración desembolsará 95,4 millones de euros en su desarrollo. Pero la oposición ve varios puntos flacos al proyecto.
“Licitaron un contrato a todo correr, vacío de contenido y al que solo se presentó una empresa, que ni siquiera llegó a los mínimos exigidos”, ha espetado la concejala de Más Madrid, Sara Ladra, que considera el anuncio “puro escaparate y marketing” y asegura que la estrategia de Almeida se elaboró en siete semanas de la mano de Deloitte y “sin contar con los pequeños comerciales que hay fuera de la M-30” pese a que el Ayuntamiento afirma haber partido de una “escucha a todos los agentes sociales”, entre ellos asociaciones empresariales, instituciones académicas, sindicatos o el Consejo Sectorial de Comercios y Hostelería Municipal.
El documento aprobado se compromete a impulsar 25 proyectos de ayuda en total, organizados en siete líneas de actuación estratégicas con varios protagonistas: los mercados municipales o canales cortos de comercialización en las “zonas de referencia de la ciudad”, el sector de la moda y la artesanía, la hostelería, la gastronomía o el comercio ambulante. La idea es que sirva para promocionar el empleo en estos oficios o el relevo generacional de los trabajadores y sus clientes, mediante la “transformación digital de la industria, la modernización y adaptación de los mercados municipales a los nuevos hábitos de consumo”, partiendo de una “simplificación administrativa” por parte de las instituciones.
Este verano, el 14 de julio, el Área municipal de Economía, Innovación y Hacienda publicó en la Plataforma de Contratación del Estado un concurso para optar a la “asistencia técnica en el desarrollo de un proyecto de diagnóstico y caracterización de la oferta y demanda comercial y de servicios de los 131 barrios de Madrid y su evolución”, tal y como consta en el anuncio público, cuyo presupuesto base de licitación era de 208.450 euros. Es un contrato basado en otra licitación publicada por el mismo departamento en noviembre de 2024, para desarrollar un “sistema dinámico de adquisición de servicios de asistencia técnica en materia fiscal, económico-financiera y laboral, para el desarrollo de planes y proyectos y la realización de estudios y evaluaciones” del Área.
Según Más Madrid, fueron varias las consultoras que se presentaron aunque solo una pasó los filtros mínimos exigidos por el Ayuntamiento, la empresa Tagsonomy, del grupo Acciona. Los sistemas dinámicos que se mencionan en el primer anuncio se caracterizan por ser abiertos y flexibles, de forma de cualquier proveedor o compañía pueda adherirse a alguna de sus ramificaciones (los contratos basados) a mitad del proceso. Un mes después de que Tagsonomy fuera la única empresa admitida este verano se desestimó su proyecto al no cumplir los requisitos mínimos exigidos por el modelo de puntuación. Así, el concurso quedó desierto antes de que Almeida presentara su nuevo plan de auxilio al comercio y los hosteleros.
“No hay un análisis serio porque, en realidad, no hay ni análisis”, ironizó la edil de Más Madrid ante lo que considera un plan basado en la “improvisación” que no ha buscado antes las formas de “conocer la realidad del pequeño comerciante, escucharle y entender sus dificultades”. No obstante, en la presentación del proyecto Almeida sí exhibió lo que a su parecer suponen los cuatro grandes retos de un sector estratégico. El primero es identificar correctamente las necesidades del pequeño comercio, para el que precisamente proponen un “diagnóstico exhaustivo de la oferta y la demanda comercial o de servicios” en los barrios de Madrid.
Por otro lado, la estrategia municipal hace hincapié en las dificultades para asegurar un relevo generacional en determinados oficios, lo que puede predisponer “el cierre de muchos establecimientos”, se auguró en una nota difundida por el Ayuntamiento. La manera de evitarlo será contribuyendo a “fomentar el emprendimiento” o la formación en profesiones vinculadas a estos negocios. El tercer brazo de este plan será el impulso estratégico del mundo de la moda y la artesanía como nuevo “eje turístico y económico” en Madrid, y por último un cuarto reto para reducir impuestos al sector o crear una oficina ténica que unifique los procesos y alivie su presión burocrática.