Detenido el “rey de la burundanga”, un hombre que captaba a sus víctimas en Chueca

La policía ha vuelto a detener, por segunda vez en poco más de dos meses, al “rey de la burundanga”, uno de los ladrones más activos de la noche madrileña que se vale de esta y otras sustancias químicas para desvalijar a las víctimas en su propio domicilio y que tiene en Chueca uno de sus espacios favoritos para actuar.

Diez serían al menos los robos con violencia e intimidación con el método de la escopolamina que se le imputan a este marroquí de 34 años, que responde a las siglas A. T., aunque los investigadores sospechan que el número de víctimas puede ser aún mayor y que no han presentado denuncia por vergüenza. La policía recuerda lo importante que es denunciar las agresiones o los robos sufridos y describir cómo se produjeron.

El ladrón, con un atractivo físico y muy simpático, se movía por los bares y discotecas de Chueca en busca tanto de hombres como mujeres con los que fingía ligar para acompañarlas a su casa y poder sustraerles allí el dinero y los objetos de valor que se encontrara.

El método empleado siempre era el mismo: entablaba conversación con ellos mientras se tomaban una copa juntos en la que vertía la sustancia (burundanga, pero también hipnóticos o «popper») para alterar la voluntad de las víctimas y consumar el robo. Cuando los denunciantes se despertaban no quedaba ni rastro de ese apuesto ligue de la noche anterior y tampoco ninguna pertenencia de valor.

Lejos de otros delincuentes que se valen de estas sustancias químicas para realizar agresiones sexuales, este ladrón simplemente las empleaba para poder desvalijarlas completamente. Entre los objetos robados, teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, joyas, ordenadores, tarjetas de crédito, dinero en efectivo, pero también televisores y bicicletas que luego trasladaba en una furgoneta o en otro coche de su propiedad.

Pero A. T. no es solo conocido por ser todo un experto en robos con el método de la burundanga. Cuenta con numerosos antecedentes policiales por robos con fuerza, con violencia e intimidación, tráfico de drogas, estafa y tirones.