Arqueología del urinario público: aquellos WC subterráneos de película en Carlos Cambronero
Los primeros urinarios públicos de Madrid se colocaron en la Puerta del Sol en 1836, frente a La Mallorquina. Según cuenta Mª Isabel Gea Ortigas en Madrid curioso, tenían “un gabinete de lectura, un despacho de licores y cerveza y nueve aseos comunes o retretes, seis para caballeros y tres para señoras. Por leer todos los periódicos se llevó un real y por ocupar un retrete, cuatro cuartos”.
Se habían construido sobre una alcantarilla y no sobrevivieron a la reforma de la plaza en 1855, aunque se inaugurarían otros entre las calles Preciados y Carmen, y en la esquina de la calle Carretas, que parece que no consiguieron eliminar la arraigada costumbre de muchos madrileños de orinar en la calle.
A lo largo del XIX y del XX fueron inaugurándose distintos modelos de urinario público de obra y subterráneos, que podemos ver aún en el parque de El Retiro o en la plaza de Cibeles. Más fresco tenemos el recuerdo de los urinarios de cabina colocados en la década de los noventa, aquellos polémicos chirimbolos de a diez céntimos la meada. Durante esta legislatura también se han colocado nuevos aseos públicos, de los que ya dimos noticia en su momento.
Urinarios subterráneos en Cibeles | https://diario.madrid.es/
Distintos son los modelos de urinario que ha habido en Madrid, como se ve. En El Cochecito, el mítico cruce de neorrealismo y esperpento dirigido en 1960 por Marco Ferreri, hay una escena que deja constancia de los baños subterráneos que había en la plaza de Carlos Cambronero. En dicha secuencia se puede ver, desde la perspectiva de una ventana, a la gente accedienco a dicho inframundo. La toma está hecha desde la Casa Regional de León, que es en la película el hogar del personaje interpretado por Pepe Isbert.
WC portátil situado en la plaza de Carlos Cambronero | SOMOS MALASAÑA
Hoy, en la misma plaza se ha instalado uno de los urinarios públicos portátiles a prueba (otros que se han instalado en el barrio están en la plaza de San Ildefonso, en la calle Conde Duque y en la plaza de las Comendadoras). Precisamente, en los comentarios de esta noticia recordaba un lector de este medio aquellos urinarios públicos de la plaza, hoy soterrados, lo que nos ha animado a rescatar su recuerdo.
¿Algún vecino recuerda esos urinarios? Cuéntanos cómo eran en los comentarios.
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vecino
No es cuestion de recordar, es cuestion de rehabilitar, dotar de personal y utilizar. las intimidades de un
urinario.
son privadas. tosos los seres humanos tenemos necesidades biologicas.
Y los ayuntamientos deben dar este servicio. no solo es recaudar.
En otro comentario ya manifesté que deberia habilitarse. porque está.
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