Graffitis que no se pueden borrar
Desde hace un par de meses la guerra contra el graffiti en el barrio por parte de la concejalía de Medio Ambiente se ha recrudecido. Ya no es una vez al mes cuando las brigadas de limpieza los borran de las paredes de Malasaña sino que “hasta nueva orden”, según explican los mismos operarios municipales, desde Pez hacia el norte del área, cada día al menos dos efectivos de estas brigadas recorrerán nuestras calles haciendo desaparecer indiscriminadamente cuanto graffiti encuentren a su paso.
Cuentan los brigadistas que, a veces, las paredes sólo permanecen 'vírgenes' unas pocas horas, pero que ellos seguirán realizando su trabajo.
Sucede, sin embargo, que hay graffitis que no van a poder borrar con un rodillo y una brocha en la mano. Son aquellos que no están hechos con 'sprays' ni con algún otro tipo de pintura. En concreto, nos estamos refiriendo a los graffiti realizados sobre cemento fresco y cuyos ejemplos podemos encontrar en la Corredera Alta de San Pablo, en San Bernardo por partida doble y en Amaniel. Están situados en muros abandonados o provisionales, con ladrillo a la vista en su mayoría.
3ttman es el artista, y vecino del barrio, que está detrás de, al menos, tres de estos graffiti de cemento. En su blog puede verse incluso cómo realizó el que lleva más tiempo expuesto.
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