Sami, propietario de un local de comida rápida de Alcorcón que fue objeto de un robo en el pasado día 15 de diciembre de madrugada, ha presentado una queja ante la comisaría de la Policía Nacional de esta localidad tras visionar las imágenes de las cámaras de seguridad y escuchar los comentarios racistas de los agentes que atendieron la incidencia. Tal y como muestran los vídeos a los que ha tenido acceso en exclusiva este medio, los dos policías inspeccionaron el establecimiento mientras realizaban comentarios despectivos tales como “¿Aquí qué vendrán? Moros. Aquí vendrán moros y gente así. Y aquí dan comida a humanos. Bueno, ‘humanos’... Yo no sé si esta gente son humanos o no. Qué asco de sitio. No vendría aquí a comer”.
El dueño del local fue advertido por la central de alarmas de que había entrado alguien pasadas las cuatro de la madrugada, por lo que se personó inmediatamente para comprobar lo sucedido. Allí se encontraban ya los dos agentes, que habían accedido al establecimiento para realizar las comprobaciones pertinentes. Tras presentar la correspondiente denuncia en comisaría, el propietario visualizó las imágenes de las cámaras de seguridad, que grabaron tanto el robo como la posterior entrada de los agentes. A lo largo de más de una hora, los dos policías inspeccionan el local, que se encuentra cerrado al público desde hace meses, y realizan varias fotografías con sus teléfonos a la cocina y a otros espacios del mismo. Según consta también en las imágenes, uno de ellos golpea y rompe con el pie uno de los rodapiés de una pared, mientras comenta con su compañero que “ya estaba roto”.
Es, sin embargo, el tono en el que los agentes se refieren a los supuestos clientes del establecimiento lo que motiva a Sami a presentar una queja ante la misma Policía Nacional. “Dichas palabras suponen una falta de respeto y un grave acto de vulneración de la dignidad de las personas de otro origen o raza”, manifiesta a este medio. Respecto a los comentarios despectivos sobre el local, el propietario añade que “está completamente fuera de lugar comentar sobre un local del cual no tienen ningún conocimiento sobre su situación o condiciones, dado que este restaurante lleva cerrado varios meses de manera temporal entonces obviamente nadie come ahí ni se limpia al estar cerrado.”
Otro de los comentarios que el propietario denuncia son los respectivos a un estante de bebidas que lleva el rótulo de ‘Palestine Drinks’ (bebidas palestinas), sobre el que realizan varios comentarios y toman fotografías. “Desconozco cuál será el fin de las mismas o si en un supuesto caso se pretende con ello divulgar a sus contactos personales o en redes sociales”, añade el dueño al respecto.
A pesar de que Sami nació en Móstoles y tiene nacionalidad española, tanto su nombre como su color de piel, según explica a este periódico, ha sido a menudo la excusa para ser identificado por la Policía y recibir un trato “peculiar”, con “las preguntas habituales sobre si llevo droga”. Esta última experiencia con los agentes que atendieron el robo a su local lo ha motivado a presentar una queja. “Hay profesionales que hacen bien su trabajo, como en todas partes, pero también este tipo de comportamientos que no podemos dejar pasar”, afirma. Según cuenta a elDiario.es, los agentes que atendieron su queja en comisaría le pidieron disculpas y agradecieron que notificase este hecho “para que no se vuelva a repetir”.