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Nuevo LBX: esencia de Lexus, ahora en frasco pequeño

El Lexus LBX es un SUV de solo 4,19 metros que equipa un motor híbrido de 136 caballos.

Pedro Urteaga

Coincidiendo con el comienzo de su producción en Japón, el Lexus LBX ha pasado al fin por nuestras manos después de que ya lo hubiéramos contemplado en estático en varias ocasiones. Hablamos de un modelo que, con 4,19 metros de longitud, es el más pequeño producido hasta la fecha por el fabricante japonés y que llega con la intención inequívoca de arañar una buena porción del pastel que representa ahora mismo el boyante segmento B-SUV, en su declinación premium.

El LBX, cuyas primeras unidades se entregarán en el mes de marzo, dispondrá en principio de un solo sistema de impulsión, híbrido no enchufable de 136 caballos, que puede combinarse con tracción a las ruedas delanteras o total. Comparte estructura básica con el Toyota Yaris Cross, aunque se distancia de él en aspectos que más tarde detallaremos, relacionados especialmente con el refinamiento y el aislamiento acústico.

El modelo incorpora un motor térmico de tres cilindros y 1,5 litros de cilindrada cuyos componentes se han rediseñado con el fin de mejorar la eficiencia. A él se añade un motor eléctrico de 69 kW alimentado por una nueva batería de tecnología níquel metal hidruro bipolar, de la que destaca que proporciona mayor aporte de potencia en aceleración y amplía la capacidad de conducción del vehículo en modo 100% eléctrico.

La dotación tecnológica de este pequeño SUV comprende un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, pantalla central de 9,8“, sistema de asistencia al aparcamiento, portón eléctrico y carga inalámbrica para móviles. Como elementos más netamente premium encontramos el head-up display, opcional, purificador de aire Nanoe X, dispositivo electrónico de apertura de puertas e-Latch, iluminación ambiental configurable y equipo de sonido Mark Levinson.

Antes de ponernos al volante del LBX, los responsables de Lexus habían adelantado que la experiencia de conducción diferiría de la que ofrece el Yaris Cross, su primo de Toyota, y llegaban a referirse al benjamín de la familia como una especie de “mini RX”. Honestamente, no queda más que darles la razón porque, en efecto, el LBX se siente como todo un Lexus en lo que se refiere a confort acústico y de rodadura, calidad de acabados -salvo por algún detalle como la guantera, al menos en estas primeras unidades- y, en general, a tacto de conducción.

Aunque los 136 caballos del sistema de impulsión no parecen muchos sobre el papel, resultan más que suficientes para un vehículo compacto y no muy pesado, y solo se acompañan de un ruido molesto cuando pisamos a fondo el pedal del acelerador, como es característico de los híbridos del grupo Toyota, del que forma parte Lexus. Además, el consumo bordea los 5 litros/100 km de media y no es extraño ver cifras incluso menores en el panel de instrumentos. Todas las versiones del LBX, por cierto, están exentas de pagar el Impuesto de Matriculación al quedarse por debajo de los 120 gramos de CO2 por kilómetro. 

El aspecto más crítico del coche lo hallamos, sin duda, en el espacio disponible en las plazas traseras. Más que las cotas en sí, que son justas para torso y piernas, lo que entorpece particularmente la habitabilidad es que las puertas no se abren todo lo que sería deseable y el umbral se encuentra un tanto elevado, situación que se compensa por el hecho de que los ocupantes cuentan al menos con espacio para colocar los pies bajo los respaldos de los asientos delanteros.

El maletero dispone de 332 litros de capacidad en las versiones con tracción delantera y de 284 litros en las equipadas con sistema de tracción total E-Four, que agrega un pequeño motor eléctrico en las ruedas traseras que entra en funcionamiento de forma automática, hasta 70 km/h, cuando se produce falta de agarre o al tomar curvas.

Una gama diferente

Con el LBX, Lexus estrena un enfoque diferente respecto a la configuración de la gama, más adaptado a las preferencias y estilo de vida de los (nuevos) clientes a los que apunta, unos 10 años de media más jóvenes que la media de sus habituales.

Se proponen cuatro estilos, en lugar de acabados, además del modelo base, llamado LBX a secas: por un lado, los Elegant y Relax, de carácter clásico o elegante, y por otro los Emotion y Cool, más deportivos. Cada uno de ellos se diferencia por el color de carrocería en el que se puede pedir, así como por las texturas y colores de su ornamentación interior.

Las variantes Emotion y Cool llevan la carrocería pintada en dos colores, mientras que los Elegant y Relax son de un solo color. Los modelos más altos de gama, Cool y Relax, son los únicos que pueden contar con sistema de tracción a las cuatro ruedas E-Four. Los colores exteriores, un total de nueve, llevan nombres de otras tantas regiones del mundo, entre ellos un amarillo Toscana que es nuevo en el catálogo de Lexus.

En lo relativo a precios, el LBX básico parte de 33.900 euros. Los modelos Elegant y Emotion cuestan 37.800 y 38.800 euros, y tanto el Relax como el Cool salen por 43.200 euros, 49.000 euros si se solicitan con tracción total.

El LBX más sencillo está a la venta, además, por 31.500 euros en caso de acogerse a la financiación de la marca, o bien por 250 euros mensuales en 48 cuotas después de abonar 7.000 euros de entrada y teniendo el uso limitado a 15.000 kilómetros. En modalidad de renting, el contrato tiene la misma duración y límite de kilómetros, y el coche se disfruta por 415 euros mensuales, sin entrada y con todos los servicios incluidos.

La firma japonesa ha recibido ya más de 500 pedidos en firme de su nuevo modelo, un 60% de los cuales corresponden a clientes particulares. Durante 2024 espera vender alrededor de 3.000 unidades del LBX en España y unas 24.000 en todo el continente europeo.

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